Estar al lado de la ventana durante un vuelo es bueno, tener espacio y no sufrir el ruido del motor es mejor. Lo importante es el asiento: la ubicación estratégica de la cabina evita los inconvenientes que se encuentran a menudo a bordo de un avión. ¿Qué pasa con la seguridad, es mejor un lugar que otro en caso de un incidente? La iluminación de Xavier Tytelman, consultor aeronáutico y fundador de un Centro de Tratamiento del Miedo a Volar.
Durante un vuelo, múltiples pequeños inconvenientes pueden llegar a estropear tu comodidad: ruidos continuos provenientes de los motores de los aparatos, turbulencias y falta de luminosidad… Ciertos lugares permiten remediarlo: «En términos de comodidad, si tienes centrarnos en el primer tercio del plano” describe Xavier Tytelman. “En la parte delantera, se oye menos ruido de motor. Al nivel de las alas, es decir cerca del centro de gravedad del avión, la turbulencia se siente un poco menos. Pero en cualquier caso, solo perdemos entre 5 y 20 centímetros en caso de sacudida”, explica. No olvidemos los asientos tradicionales ubicados al frente de cada clase y los ubicados frente a las salidas de emergencia que ofrecen más espacio para las piernas. Pero ojo: tienen mucha demanda.
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Al reservar, siempre rezamos para encontrar un asiento libre junto a la ventana. Cuando este es el caso, tendemos a saltar sobre el primero disponible. Tenga cuidado, sin embargo, de no quedar atrapado: «Reservar un lugar justo encima del ala es ver parte de la vista desperdiciada», advierte Xavier Tytelman. Para remediarlo, el especialista aeronáutico nos comparte una anécdota poco conocida: “Hay dos asientos en cada avión en el lado de la ventana a cada lado del avión por donde se ven más las alas y el motor. Están indicados con una pequeña pegatina en forma de triángulo pegada en la pared de la cabina”, revela. Esta insignificante marca permite al personal de vuelo comprobar el correcto funcionamiento de los motores y el estado de las alas (para evitar cualquier rotura mecánica o formación inesperada de hielo). ¿Por qué nos preocupamos por este hito? Más allá de su aspecto de seguridad, indica a los pasajeros el asiento con la mejor vista, es decir, una vista despejada del horizonte con el ala del avión al fondo y no en pantalla completa. Una verdadera pintura moderna.
En un avión comercial, sin importar el tamaño, tiene muchas opciones para elegir. Por lo tanto, es muy posible caer en malos lugares. En el caso de un vuelo de larga distancia, es muy probable que vuele en un avión equipado con doble pasillo con una fila intermedia de hasta cuatro asientos. Para evitar encontrarse en medio de varios extraños, codos cortados y privados de luz exterior, es mejor evitar a toda costa esta fila y especialmente los dos lugares del medio. La misma historia para los asientos cerca de los baños: las incesantes idas y venidas de los pasajeros que desean usarlos pueden afectar su tranquilidad.
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Finalmente, ¿es posible conseguir un asiento más seguro que otro en un avión? Xavier Tytelman rompe el mito del asiento más seguro en la parte de atrás: “No hay diferencia de seguridad entre los asientos. En realidad, todo depende del tipo de incidente o accidente que pueda sufrir una aeronave. Pero como hay pocas estadísticas sobre este tema, es difícil recomendar una ubicación en particular”, agrega. Para aligerar el ambiente, el autor de ¡Ya no tengo miedo de volar! nos recuerda que estadísticamente, el momento más peligroso durante un viaje no es ni el despegue ni el aterrizaje, sino… ¡el viaje en taxi! Así que respira y disfruta de la vista.