¿Fin del camino para Hopium? La empresa emergente francesa, que recientemente prometió poner el primer sedán de hidrógeno en el mercado de automóviles, anunció el viernes su suspensión de pagos debido a que enfrenta importantes dificultades financieras. “Mediante sentencia del 19 de julio, el Tribunal de Comercio de París abrió a favor de la empresa Hopium un procedimiento de suspensión de pagos por un período inicial de 6 meses (hasta el 19 de enero de 2024), posiblemente renovable por 6 meses”, precisó la empresa en un comunicado de prensa.
La cotización de la empresa, suspendida el jueves, se reanudará este viernes. Antes de la suspensión, la acción valía 90 centavos, una caída de más del 87% desde el comienzo del año. En un segundo comunicado de prensa publicado el viernes, la start-up anunció que había encontrado una manera de financiarse con Atlas Special Opportunities. Esta aportación de dinero fresco “pretende permitir a la empresa continuar su actividad durante los próximos 12 meses y desarrollar su pila de combustible” hasta la realización de un prototipo, especifica Hopium.
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Presidida hasta mediados de marzo por el exministro de Transporte Jean-Baptiste Djebbari, Hopium, que se presentó como el Tesla del hidrógeno con su sedán Machina, atraviesa grandes dificultades financieras. En 2022, sus pérdidas ascendieron a 23,9 millones de euros -frente a los 8 millones de 2021-, vinculadas en particular a la contratación de 116 nuevos empleados, según la compañía. A principios de 2023, 35 empleados abandonaron la start-up por extinción contractual colectiva (RCC). A pesar de varias ampliaciones de capital el año pasado por un total de 4,1 millones de euros, la compañía registró fondos propios negativos a 31 de diciembre de 2022 (-10,4 millones de euros) y caja también en rojo, con -1,3 millones de euros.
En mayo, al publicar sus resultados anuales de 2022, Hopium advirtió que la continuación de sus actividades estaba supeditada a la recaudación de fondos adicionales. A principios de abril, Hopium anunció que se estaba enfocando en el desarrollo de su tecnología de celdas de combustible, posponiendo su proyecto de comercialización de Machina, cuyo lanzamiento inicialmente estaba programado para 2025.
Los expertos e industriales siguen divididos sobre el lugar del hidrógeno en la descarbonización del sector automotriz. Toyota o BMW depositan grandes esperanzas en él, mientras que muchas otras marcas lo reservan para los utilitarios, que son más difíciles de convertir a eléctricos.
