Si las grandes vacaciones comienzan en unos días, algunos padres ya están preocupados por el próximo año escolar. Efectivamente, los precios de los útiles escolares se negociaron el año pasado, en medio de la crisis energética y el alza de los precios del papel. “Ya compramos los productos hace seis meses, un 10% más caros que el año anterior”, precisó este miércoles por la mañana en Franceinfo Michel-Edouard Leclerc, presidente de los centros Leclerc. Qué predecir lo peor.
Sin embargo, en los estantes, los aumentos deberían ser menos significativos, gracias a los proveedores y distribuidores que están recortando sus márgenes. “Tal vez [llegaremos] al 2 o 3% de aumento”, subraya Michel-Edouard Leclerc, antes de agregar que se realizarán “ciertas ofertas” promocionales en sus tiendas.
El grupo Carrefour “reforzará sus promociones este año en productos especialmente demandados por los clientes”, como la cola UHU, las hojas sueltas cuadradas grandes o incluso las agendas. El pasado mes de mayo, Thierry Cotillard, presidente de los Mosqueteros, ya pronosticó “un aumento del 3% en los productos para la vuelta al cole con respecto al año pasado”. Inflación que incluso sube “al 10% si retrocedemos 18 meses”.
Lea también «El catering nos impuso un 30% de aumento»: cuando la inflación depara malas sorpresas a los novios
Guillaume Nusse, director ejecutivo de Clairefontaine-Rhodia, quiere ser aún más alarmista: «En los estantes, en un portátil básico, estamos más en aumentos del 30 al 40% en dos años». Sin embargo, las familias parecen estar “haciendo concesiones” y la empresa ha vendido “tantos productos de alta gama en 2022” como en años anteriores. Una observación compartida por Martial Ardant, director gerente del grupo Hamelin France, que administra la marca Oxford: “Los padres continúan invirtiendo en educación y eligen productos de marca nacional en lugar de marcas privadas. También favorecen las innovaciones”. Los dos directivos también relativizan las subidas de precios, “unos pocos euros por suministros que duran un año”.
Si los precios aumentaron consecutivamente durante dos años, el inicio del año escolar 2024 marcará el tiempo. “No habrá aumento el año que viene”, apunta Guillaume Nusse, que anticipa las negociaciones de este otoño entre distribuidores y proveedores. “La tonelada de papel era de 600 euros en 2021, luego subió a 1300 euros en 2022 y actualmente estamos en 1100 euros”, explica, antes de agregar que “esperaba [sin embargo] una caída más sustancial”. Según él, “habrá, por lo tanto, una relajación de los precios en los estantes, pero no un colapso”.