Cuatro soldados armenios murieron el miércoles por fuego azerbaiyano en Nagorno-Karabaj, dijeron las autoridades de esta región separatista disputada por Armenia y Azerbaiyán.
“Unidades de las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán abrieron fuego contra posiciones armenias” en los distritos de Martouni y Martakert durante la noche, utilizando artillería y drones, dijo el Ministerio de Defensa separatista en un comunicado en Twitter. “Cuatro soldados murieron como consecuencia de esta nueva provocación de Azerbaiyán”, según la misma fuente.
Este anuncio se produce cuando Washington acoge desde el martes nuevas negociaciones entre Armenia y Azerbaiyán destinadas a encontrar una solución al conflicto de Nagorno-Karabaj. El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, se reunió el martes por separado con sus homólogos armenios Ararat Mirzoïan y el azerbaiyano Djeyhoun Baïramov antes de reunirlos. Las discusiones se llevan a cabo a puertas cerradas y durarán hasta el jueves.
«Seguimos creyendo que la paz está al alcance de la mano y que el diálogo directo es la clave para resolver los asuntos pendientes y lograr una paz duradera y digna» para ambas partes, aseguró este lunes el portavoz del Departamento de Defensa del Estado, Matthew Miller.
Estados Unidos ya había reunido a los dos ministros en Washington a principios de mayo. También han tenido lugar debates en las últimas semanas en Bruselas y Moscú. Rusia pidió la semana pasada a Azerbaiyán restablecer el acceso vía Armenia al enclave separatista de Nagorno-Karabaj, tras el inicio de nuevos desabastecimientos en esta disputada región del Cáucaso.
Desde diciembre, Ereván ha acusado a su vecino de obstaculizar los suministros a la región disidente al bloquear el corredor de Lachin. Azerbaiyán y las fuerzas separatistas armenias, apoyadas militarmente por Ereván, se enfrentaron en dos guerras, una en la desintegración de la URSS, la otra en el otoño de 2020. En la primera, que dejó 30.000 muertos, los separatistas tomaron el control de Nagorno-Karabaj y zonas de amortiguamiento alrededor de este territorio montañoso.
Durante el segundo conflicto, que dejó 6.500 muertos, Azerbaiyán se apoderó de estas zonas de amortiguamiento y de buena parte de Nagorno-Karabaj. Un alto el fuego, firmado bajo los auspicios de Moscú, fue seguido por el despliegue de un contingente de cascos azules rusos, pero las tensiones siguen siendo altas y las negociaciones para la firma de un tratado de paz no avanzan.