La inteligencia estadounidense aseguró en un informe hecho público el viernes 23 de junio que no tenía pruebas que indicaran que el Covid-19 se hubiera creado en un laboratorio en China, sin decidir sobre el origen de la pandemia.
Washington escribe que no tiene información que respalde la afirmación recientemente surgida de que tres científicos del laboratorio de virología de Wuhan estuvieron entre los primeros en infectarse con covid-19 y pueden haber creado el virus en sí.
La oficina que coordina todas las agencias de inteligencia estadounidenses (ODNI) escribe en este informe desclasificado que científicos del laboratorio han realizado manipulaciones genéticas en coronavirus cercanos al Covid-19. Pero Estados Unidos “no tiene información” de que haya hecho esto con el propio virus Covid-19 (SARS-CoV-2) o con una cepa muy cercana.
La publicación de este informe destinado al Congreso se produce tres meses después de que los parlamentarios pidieran más información sobre lo que sabe la inteligencia estadounidense sobre los orígenes del Covid-19, que apareció en China a finales de 2019.
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La ODNI, si excluye la teoría de la ingeniería genética, asegura que los distintos servicios de inteligencia se dividen entre dos teorías, y no decide: una aparición natural de la pandemia, por ejemplo por transmisión animal, y una fuga por accidente de laboratorio.
Los coronavirus estudiados en el laboratorio de Wuhan, con el ejército chino, “eran demasiado lejanos para haber participado en la creación del SARS-CoV-2”, señala el documento, que rechaza enérgicamente la hipótesis de un arma biológica.
El informe resumido también ataca la teoría de que tres de los científicos que trabajan en coronavirus en este laboratorio contrajeron el Covid-19 tal como apareció.
Washington escribe que algunos investigadores se enfermaron en el otoño de 2019, algunos con síntomas de covid-19, otros no. La comunidad de inteligencia “sigue creyendo que esta información no confirma ni refuta ninguna hipótesis sobre los orígenes de la pandemia, ya que los síntomas de los investigadores podrían haber sido causados por numerosas enfermedades”, señala además el informe. La mayoría de la comunidad científica favorece la hipótesis de transmisión por un animal salvaje.
