Proteger la selva amazónica y convertirla en un motor de crecimiento económico sostenible, en contraste con la tala actual, traería a Brasil miles de millones en las próximas décadas, según un estudio publicado el martes. Al desarrollar industrias sostenibles, especialmente la generación de energía solar, y cambiar a una agricultura baja en carbono, la región amazónica podría allanar el camino para la transformación de Brasil en una potencia económica verde, agregando 40 000 millones de reales (7 600 millones de euros) por año a la economía nacional para 2050, según el informe. El estudio, realizado por la oficina brasileña del grupo ambientalista World Resources Institute y el grupo de expertos Comisión Global sobre Economía y Clima, modeló varios escenarios para el futuro económico de la selva tropical más grande del mundo desde el statu quo hasta el escenario óptimo de deforestación cero y crecimiento verde.
Esta última solución no solo protegería uno de los sumideros de carbono más importantes del planeta, sino que también ahorraría dinero al crear 312 000 empleos adicionales durante las próximas tres décadas, mientras se preserva o restaura un área de bosque estimada en 810 000 kilómetros cuadrados, o 1,5 veces la de Francia. «Este estudio muestra que hacer de la Amazonía una prioridad beneficiaría a todos los brasileños», dijo el economista Rafael Feltran-Barbieri de WRI Brasil, uno de los más de 100 autores que contribuyeron al estudio. “Este modelo, que haría de la Amazonía el catalizador de la descarbonización de toda la economía brasileña, es sin duda la mayor oportunidad de desarrollo económico y social en la historia moderna del país”, dijo en un comunicado.
Basado en técnicas y modelos econométricos desarrollados por varios grupos de investigación en Brasil, el estudio encontró que el 83% de la producción de ganado, cultivos, madera y otros productos de bajo valor agregado en la Amazonía brasileña, principales impulsores de la deforestación, se exportó. La región tiene un déficit comercial de 114.000 millones de reales al año (21.000 millones de euros) con el resto de Brasil y el mundo, según el estudio. Se necesitan importantes inversiones, por valor de 2.560 millones de reales adicionales hasta 2050 (490.000 millones de euros), para revertir este modelo y transitar hacia una economía de alta productividad, alto empleo y alto valor agregado. El costo de la inacción sería más del doble, debido al daño de los fenómenos meteorológicos extremos y otros impactos del cambio climático, según el estudio.