Francia mostró su «consternación» este sábado por la noche tras las declaraciones del embajador chino en Francia, quien negó la soberanía de los países resultantes de la Unión Soviética y cuestionó la pertenencia de Crimea a Ucrania. Cuestionado este viernes por la noche en el canal francés LCI, Lu Shaye estimó que los países de la antigua URSS “no tienen un estatuto efectivo en el derecho internacional porque no existe un acuerdo internacional para concretar su estatuto de país soberano.
Respecto a Crimea, territorio ucraniano que Rusia ocupa desde 2014, dijo: “Depende de cómo se perciba uno este problema. Hay historia. Crimea fue desde el principio a Rusia. Fue Jruschov quien entregó Crimea a Ucrania en la época de la Unión Soviética”. El diplomático chino pidió a la gente que dejara de “discutir” sobre el tema de las fronteras postsoviéticas. “Ahora lo más urgente es parar, lograr el alto el fuego” entre Rusia y Ucrania, dijo.
El Ministerio de Relaciones Exteriores francés dijo en un comunicado que había «aprendido con consternación» de estos comentarios y le pidió a China que «diga (si) reflejan su posición, lo que esperamos que no sea el caso».
Ucrania fue reconocida internacionalmente «dentro de las fronteras, incluida Crimea, en 1991 por toda la comunidad internacional, incluida China, a la caída de la URSS como nuevo estado miembro de las Naciones Unidas», insistió París, recordando que la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014 es » ilegal según el derecho internacional».
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Si Beijing dice que es oficialmente neutral, el presidente chino, Xi Jinping, nunca condenó la invasión rusa ni siquiera habló por teléfono, hasta ahora, con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky. Por el contrario, recientemente fue a Moscú para reafirmar su asociación con el presidente ruso, Vladimir Putin, bajo la apariencia de un frente antioccidental.
Durante una visita a China a principios de abril, Emmanuel Macron instó a Xi Jinping a «hacer entrar en razón a Rusia» con respecto a Ucrania y lo instó a no entregar armas a Moscú. Los dos jefes de Estado emitieron una declaración conjunta en la que se comprometieron a «apoyar cualquier esfuerzo para restaurar la paz en Ucrania».