Una delegación diplomática saudita salió de Saana el viernes (14 de abril) sin un acuerdo de tregua final con los rebeldes hutíes de Yemen. Acordaron mantener nuevas conversaciones, dijeron el viernes fuentes gubernamentales y rebeldes.

«Hay un acuerdo preliminar de tregua que podría formalizarse más tarde», dijo a la AFP un oficial rebelde que pidió el anonimato, información confirmada por una fuente del gobierno yemení. Antes de abandonar la noche del jueves la capital del país asolado por la guerra, los saudíes acordaron con los rebeldes mantener «una nueva ronda de conversaciones sobre los puntos de diferencia», añadió la misma fuente, sin más detalles.

Arabia Saudita ha liderado una coalición militar en Yemen desde 2015 para apoyar a las fuerzas progubernamentales contra los hutíes, rebeldes respaldados por Irán. Después de la captura de la capital, Sanaa, en 2014, los insurgentes se apoderaron de franjas enteras del territorio yemení a pesar de la intervención saudita. En más de ocho años, la guerra ha dejado cientos de miles de muertos y millones de desplazados. Ante epidemias, falta de agua potable y hambre aguda, Yemen sufre una de las peores crisis humanitarias del mundo.

La delegación saudí llevaba casi una semana en Sanaa con el objetivo de negociar una tregua duradera y discutir el proceso de paz, mientras que Riad lleva varios meses tratando de salir de este atolladero. El reciente acercamiento entre los dos grandes rivales del Golfo, la Arabia Saudí sunita y el Irán chiita, suscita esperanzas de apaciguamiento en Oriente Medio, donde estos dos pesos pesados ​​de la región suelen apoyar a bandos opuestos, como en Yemen.