Nunca los glaciares se habían retirado tan rápido como en 2022 desde el inicio de las mediciones hace 132 años, escribió el viernes 31 de marzo el Club Alpino de Austria, lo que suena como «alerta roja» en su informe anual.
“De media, los 89 glaciares austríacos observados perdieron 28,7 metros” el año pasado, o “2,6 veces más” que en 2021, alertó la asociación, cuyos resultados figuran en las bases de datos internacionales. “El retroceso continúa a un ritmo vertiginoso” y “el valor actual constituye un claro récord”, el glaciar Schlatenkees en Tirol, “en decadencia”, tras haber retrocedido 89,5 metros, frente a los 54,5 del año anterior.
“Esto pone claramente de manifiesto las consecuencias del cambio climático amplificado masivamente por el hombre”, que conducirá a la desaparición de los glaciares en Austria “a más tardar en 2075”, lamentó Gerhard Lieb, director del servicio de medición. En consecuencia, el Club Alpino se pronunció “con vehemencia en contra de una mayor expansión de las áreas de esquí en tres glaciares” en la región turística tirolesa y “a favor de la expansión de áreas” sin actividades humanas.
El mismo declive se observa en todo el sistema montañoso alpino, donde se encuentran 4.000 de los 215.000 glaciares del planeta. Este fenómeno contribuye al aumento del nivel del mar, la inestabilidad del terreno rocoso y el empeoramiento de la sequía. La mitad de los glaciares de la Tierra están condenados a desaparecer a finales de siglo a causa del cambio climático según un trabajo publicado en enero en la prestigiosa revista Science.