El ministro de Justicia, Éric Dupond-Moretti, pidió «una respuesta criminal sistemática y rápida» contra los detenidos al margen de las manifestaciones contra la reforma de las pensiones por «graves alteraciones del orden público», «ataques a personas y bienes» y «actos de intimidación y amenazas contra funcionarios electos».

En un «despacho» enviado a las y los fiscales el sábado 18 de marzo y del que tuvo conocimiento AFP este miércoles, el Guardián de los Sellos llama a los magistrados a «acercarse a la autoridad prefectoral» para que -ci» mantenerlos informados de los eventos previstos y de los medios implementados para asegurar las manifestaciones y preservar el orden público”.

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«Prestaréis especial atención a los delitos que se cometerían contra los cargos electos», insistió el ministro en su nota. “Siempre que las circunstancias de la comisión de los hechos lo justifiquen, se valorará la posibilidad de conservar la calificación” del artículo “que prevé que se sanciona con diez años de prisión y multa de 150.000 euros el hecho de emplear amenazas, violencia o cometer cualquier otro acto de intimidación” contra un funcionario electo, recordó.

“Se asegurará de proporcionar a los procedimientos realizados en este contexto una respuesta penal sistemática y rápida”, dijo Éric Dupond-Moretti. “Los hechos más graves, en particular la violencia cometida contra funcionarios electos o miembros de la policía, deben dar lugar a remisiones en el marco de comparecencias inmediatas, comparecencias por denuncia y comparecencias previa admisión de culpa”, agregó.

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“Las demás modalidades de respuesta penal, en particular las alternativas al enjuiciamiento, se circunscribirán a los hechos menos graves y aislados”, deseó el ministro. Invitó a los magistrados a solicitar «penas adicionales para evitar la repetición de los hechos». «Las penas de prohibición de permanencia (…) o de prohibición de comparecer en determinados lugares me parecen especialmente adecuadas», dijo. “La importancia o la multiplicación de posibles estallidos violentos pueden tener un fuerte impacto en la acusación”, señaló Éric Dupond-Moretti, invitando a los fiscales sujetos a una “carga de actividad temporalmente aumentada” a delegar en jurisdicciones “menos afectadas”.

En un comunicado de prensa publicado el lunes 20 de marzo, dos días después del «despacho» del ministro a los fiscales, el Sindicato de la Magistratura (SM, listado a la izquierda) había exigido que la autoridad judicial «no esté al servicio de la represión». del movimiento social». “Nuestro lugar no está en las comandancias porque al asociarnos con las autoridades policiales aguas arriba de la respuesta judicial contribuimos a la penalización del movimiento social y nos privamos de nuestra capacidad de control aguas abajo. Nuestro lugar no está al lado de los prefectos para preparar la represión de los manifestantes sino para proteger a los litigantes en el ejercicio de su ciudadanía. Nuestro control de todos los procedimientos iniciados durante las manifestaciones debe ser exigente y minucioso”, había indicado la SM.

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Desde el 16 de marzo, fecha del recurso al 49.3 por parte del gobierno para la adopción de la reforma de las pensiones, varios cientos de manifestantes han sido arrestados en Francia, cuya custodia policial resultó en la mayoría de las veces en una clasificación sin más acción. Así, en París, según el último informe consolidado de la fiscalía, 425 personas fueron puestas bajo custodia policial durante las tres primeras noches de manifestaciones espontáneas, de jueves a sábado, de las que solo 52 fueron procesadas al final.