Sentarse o acostarse, cuando claramente perturba la paz y el orden público, ya no está prohibido en Angoulême (Charente). Así lo decidió el tribunal administrativo de Poitiers incautado, entre otros, por 36 ciudadanos y la Liga de los Derechos Humanos (LDH). En una orden emitida el lunes, el juez de cámara suspendió parcialmente el decreto «antimarginal» firmado por el alcalde de Angulema, Xavier Bonnefont, el 11 de julio. Este texto, destinado a luchar contra «la ocupación abusiva del espacio público» en varios sectores de la ciudad, permite sancionar con una multa de 35 euros a «personas agrupadas inmóviles o con poca movilidad, que no estén en tránsito y generen molestias que perturbar la tranquilidad de los transeúntes o de los vecinos del lugar». El decreto de Angoumoisin se dirige tanto a las personas sin hogar como a los viajeros y grupos de jóvenes, algunos de los cuales están involucrados en el tráfico de drogas, asegura Jean-Philippe Pousset, teniente de alcalde a cargo de la seguridad.
Con el apoyo de la prefectura de Charente, Angulema había optado inicialmente por prohibir la “estación permanente” si esta dificulta “la circulación de personas, la comodidad de paso, la seguridad en las vías y espacios públicos”. El municipio también apuntó «sentado o acostado» cuando impide el tránsito de peatones y el acceso a los edificios. La Justicia finalmente decidió suspender esta segunda sutileza en vista de su “carácter demasiado general e insuficientemente preciso”. Según el juez de sala, esta medida dirigida a personas “sentadas o acostadas” supone “un ataque desproporcionado a la libertad de movimiento y de reunión”. El decreto fue finalmente suspendido en dos de los cinco sectores de Angulema donde las «perturbaciones a la paz pública y el buen orden» no fueron suficientemente establecidas, subraya el juez de sala. El tribunal administrativo de Poitiers tomará una decisión sobre el fondo dentro de varios meses. Hasta entonces, la aplicación y el alcance del decreto «antimarginal» de Angoulême estarán considerablemente limitados.
Además de Angulema, ya se han tomado decretos similares en varias ciudades de Francia, incluida La Rochelle en junio, a menudo impugnadas por la justicia como en Saint-Étienne o Bayona (Pirineos Atlánticos) en los últimos años.