Era la gran velada con la que soñaba y que exige otras. En un bullicioso Adidas Arena, con entradas agotadas por primera vez, el Paris Basketball estuvo presente el martes, dominando ampliamente Bourg-en-Bresse (77-64), durante el primer partido de la final de la Eurocopa. Ante 8.000 espectadores comprometidos con la causa del club capitalino, JL Bourg creó ilusión hasta mediados del primer cuarto gracias a una buena circulación del balón. Antes de que arranque la lavadora parisina.
Un parcial de 13-2 del Paris Basketball llevó el marcador a 21-9 a falta de 1’53» para el final del 1er cuarto. Guiado en ataque por el líder TJ Shorts (15 puntos, 4 asistencias, 2 intercepciones), que recibió su trofeo de MVP de la competición antes del partido, París fue instalando poco a poco su defensa ultraagresiva, su marca registrada. Bourg, agobiado por su habilidad con 3 puntos (0/8 al inicio del partido, 4/24 al final), pasó por dos estados: primero dificultad para respirar, luego asfixia. Consecuencia de la superioridad atlética de los locales, potenciada por el levantamiento del público en cada mate o canasta premiada.
A partir del segundo cuarto, los jugadores de Tuomas Iisalo jugaron su baloncesto: transiciones ofensivas, juego rápido y reparto del balón. Todo en un equipo donde los tiradores de triples confiables son legión. Lo sabíamos, lo vimos: 6/12 en tiros de larga distancia en el entretiempo, suficiente para matar cualquier suspenso. Poco a poco, París amplió la diferencia hasta llegar a 23 en el descanso (54-31).
No es que los hombres de Frédéric Fauthoux hayan entregado las armas. Dos canastas de tres puntos de JeQuan Lewis dieron esperanza al inicio del segundo cuarto, y el joven Zaccharie Risacher, de 18 años, prometido en la NBA, intentó asumir la responsabilidad. Hubo un poco de bien (11 pts, 4 rebotes), mucho menos bien (0/5 a 3 pts, 4 balones perdidos). Si París se relajó en el tercer cuarto, perdiendo 11 a 12 (marcador 65-43), Bourg ya no tenía energía para marcar su propio ritmo, ni confianza para devolver sus tiros.
Es posible que Tuomas Iisalo haya mantenido la presión sobre su rebaño, como un soplador después de una infracción de 24 segundos sin siquiera intentar disparar al comienzo del cuarto cuarto, se dijo en masa. París mantuvo el control para validar un marcador claro (77-64). Se trata de la 18.ª victoria consecutiva del club de Isla de Francia, que viajará a Ain el viernes (19.30 horas) con la vista puesta en el primer gran trofeo de su historia, tras la Copa de Líderes del pasado mes de febrero.