La policía belga arrestó el jueves 4 de mayo a siete personas presentadas como «fervientes simpatizantes» del grupo Estado Islámico (EI) y sospechosas de preparar un atentado en Bélgica, anunció la fiscalía federal belga. Se realizaron nueve registros en el oeste del país, en particular en Roeselare, Ostende, Gante y Menin, ciudad fronteriza con Francia, que dieron lugar a estas detenciones.
Los sospechosos son «en su mayoría de origen checheno» y «sospechosos de preparar un ataque terrorista en Bélgica». «Se han discutido varios escenarios, el objetivo del ataque planeado aún no se ha determinado con precisión», agregó la fiscalía en un comunicado. La operación policial, realizada con el refuerzo de unidades especiales de la policía federal, forma parte de una investigación dirigida por un juez antiterrorista de Flandes Occidental, que podría decidir poner a los sospechosos en prisión preventiva tras su audiencia.
“Los cargos potenciales son tentativa de asesinato terrorista, participación en las actividades de un grupo terrorista y preparación para un ataque terrorista”, indica además la fiscalía. «Casi todos» los sospechosos (entre los que hay mujeres, según un portavoz de la fiscalía federal) son de origen checheno y tres de ellos «también tienen nacionalidad belga». Ellos “pertenecen a un grupo de acérrimos seguidores del EI”, se subraya desde la misma fuente.
Bélgica ya ha sido objetivo del grupo Estado Islámico, que en 2016 se atribuyó los atentados suicidas perpetrados en el aeropuerto y en el metro de la capital belga (32 muertos el 22 de marzo de 2016). Estos atentados habían sido cometidos por la célula yihadista del EI ya en el origen de los cometidos el 13 de noviembre de 2015 en Francia (130 muertos).