Esta es la historia de un editor de videojuegos cuyos ojos eran más grandes que su estómago. El gigante sueco Embracer, que en los últimos años ha comprado múltiples estudios de desarrollo así como licencias de videojuegos míticos como Dead Island, Deus Ex o Borderlands, anunció recientemente en un informe trimestral que había despedido desde finales de septiembre a 900 empleados. o el 5% de su fuerza laboral total. Una noticia que no es tan sorprendente, ya que la industria de los videojuegos se enfrenta a una ola de despidos y cierres de estudios, pero que obviamente hace que los jugadores teman futuros títulos cuya calidad se degradaría.

“Nunca es fácil separarse de gente talentosa. Me gustaría agradecer especialmente a las personas que dejaron Embracer durante el trimestre, escribió el director general del grupo, Lars Wingefors, en este informe fiscal. Son decisiones difíciles y no las tomamos a la ligera”. Continuó: «No sólo estamos abandonando varios estudios, sino que también hemos realizado reducciones de personal y reducido el número de proyectos en varios otros estudios, con el objetivo de mejorar el retorno de la inversión planificada en PC y consolas». Entre marzo y septiembre, Embracer canceló un total de quince juegos, “principalmente proyectos no anunciados”, informa el medio especializado Video Game Chronicles. Embracer debería continuar su impulso, ya que su “plan de reestructuración” todavía está “en progreso”, podemos leer.

Estos 900 empleados despedidos y estos 15 partidos cancelados no son más que un paso más en el gran “plan de reestructuración” anunciado el pasado mes de junio por el grupo, con más de 15.000 empleados. Bulimic, la empresa que no se limita a los videojuegos sino que también incursiona en los cómics o los juegos de mesa, se ha convertido en pocos años en uno de los símbolos de la “consolidación” en el mundo de los videojuegos. Desde la segunda mitad de la década de 2010, Embracer ha seguido aumentando sus adquisiciones, adquiriendo múltiples estudios de desarrollo, entre ellos Tarsier Studios (Little Nightmares), Sabre Interactive (Snowrunner, World War Z), pero también y especialmente Gearbox Software (Borderlands). Crystal Dynamics y Eidos Montreal (Tomb Raider, Deus Ex). Estas adquisiciones suelen ir acompañadas de jugosas licencias. Así, Embracer también adquirió Middle-earth Enterprises en agosto de 2022, adquiriendo la propiedad intelectual de todas las producciones relacionadas con El Señor de los Anillos y El Hobbit.

Pero en 2023, el dulce sueño comienza a desvanecerse cuando el grupo no logra que el fondo de inversión saudí Savvy Games firme una misteriosa asociación que reportaría a la empresa sueca dos mil millones de dólares. Cortado de raíz, el proyecto tuvo que amortizar “costos ya capitalizados para una serie de juegos de gran presupuesto”, admitió Embracer en mayo. El anuncio de este fracaso provocó que sus acciones se desplomaran en la Bolsa de Estocolmo, perdiendo al cierre más de un 44%. Desde entonces, Embracer cerró las puertas de Volition (Saints Row, Red Faction) el pasado mes de agosto. La editorial también intentaría vender su gallina de los huevos de oro, Gearbox, que había comprado en 2021 por 1.300 millones de dólares. A los más de 15.000 empleados que quedan, sólo les queda esperar que los próximos juegos del grupo (Arizona Sunshine 2, Alone in the Dark, Warhammer 40,000: Space Marine 2…) sean grandes éxitos comerciales y de crítica.