El coronel mayor Célestin Simporé, nuevo jefe de los ejércitos burkineses, dijo el jueves 6 de abril que quería intensificar la ofensiva para obligar a los yihadistas que ensangrentan Burkina Faso desde 2015 a “deponer las armas”.

“La dinámica ofensiva en curso en las últimas semanas se intensificará para obligar a los grupos armados a deponer las armas”, dijo el coronel mayor Simporé, designado el viernes, durante un acto de toma de mando en Uagadugú. “Esto se hará, para ciertas operaciones, en coordinación con los ejércitos hermanos de los países vecinos”, agregó.

“Nuestras fuerzas de combate han comenzado un cambio significativo en la conducción de la guerra, con una intensificación extrema de la presión sobre los grupos terroristas armados”, continuó el oficial. Saludó los “resultados alcanzados desde diciembre y particularmente en las últimas semanas”. “El objetivo ahora es mantener este impulso para revertir definitivamente la tendencia”, dijo.

El Jefe de Estado Mayor saliente, que ocupaba el cargo desde 2022, el Coronel-Mayor David Kabré, por su parte consideró que “los primeros signos de victoria son perceptibles y es ahora, más que nunca, que se deben redoblar los esfuerzos”. El hasta entonces Jefe de Estado Mayor Adjunto y Comandante de Operaciones del Teatro Nacional (COTN), el Coronel-Mayor Simporé fue designado por el Capitán Ibrahim Traoré, presidente de transición que llegó al poder por un golpe de Estado el 30 de septiembre de 2022, el segundo en ocho meses.

Este oficial de 50 años es graduado de la escuela militar de Saint-Cyr en Francia. Desde una reciente adquisición de medios de combate aéreo, el ejército difunde periódicamente vídeos de ataques a columnas o grupos de presuntos yihadistas, asegurando que la reconquista y aseguramiento de todo el territorio está en marcha.

Tras los vecinos Malí y Níger, Burkina Faso está atrapada desde 2015 en una espiral de violencia atribuida a grupos yihadistas vinculados a al-Qaeda y a la organización Estado Islámico (EI), que han matado a más de 10.000 personas (civiles y militar) según las ONG, y unos dos millones de desplazados internos. Desde entonces, los ataques han seguido multiplicándose y ante el recrudecimiento de esta violencia, el capitán Ibrahim Traoré ha hecho de la lucha contra los yihadistas que controlan alrededor del 40% del territorio burkinés su máxima prioridad.