Le Figaro Burdeos
Había desaparecido misteriosamente a finales de agosto, después de hacer “un recado” sin que se volviera a saber de él. Su familia temía lo peor, con razón: dos semanas después, el 13 de septiembre, los restos de Mourad Lasri fueron descubiertos por un caminante en un bosque de Saint-Pierre-du-Palais (Charente Marítimo).
La investigación, abierta por homicidio intencional, confiada a la policía judicial de Burdeos, permitió establecer que la desaparición del bordelés, liberado de prisión en abril, “se enmarcaba en un contexto de tráfico de drogas” en el barrio de Bacalan, donde residía la víctima.
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Las investigaciones, cuyos hechos fueron reclasificados como “secuestro y secuestro”, habían permitido identificar a cuatro sospechosos, la víspera del descubrimiento del cadáver del fallecido. Dos de ellos quedaron en libertad tras su custodia. Los otros dos, residentes en Charente-Maritime, fueron examinados.
El primero, menor de edad y sospechoso de “asesinato en grupo organizado”, fue objeto de internamiento temporal en el marco de una medida judicial educativa provisional (MEJP), precisó la fiscalía de Burdeos. El segundo, Belkacem B., menor de 30 años, será juzgado por “encubrimiento de delincuente” y ha sido encarcelado. Las investigaciones continúan para detener a sus posibles cómplices.