El defensor de derechos abogó este miércoles por la abolición de la multa fija extracontractual (AFD), un método de sanción penal alternativo a la vía judicial para un centenar de infracciones menores, un dispositivo que se suponía aligeraba los trámites pero que criticó.

Establecida en 2016, la AFD es una multa dictada en flagrante delito por un policía o un gendarme en un dispositivo móvil y que merece condena e inscripción en el registro de antecedentes penales, como por cualquier delito, que no siempre es consciente de las personas. que creen que se salieron con la suya con una multa, explica la defensora en su nota de prensa.

El procedimiento de multa fija, originalmente reservado a las multas, se amplió a las infracciones de tráfico en 2016, antes de afectar a otras: en particular, el uso de estupefacientes, la ocupación ilegal de terrenos públicos o privados, o la ocupación de naves de edificios.

En su opinión, consultada por AFP, la defensora de derechos señala «muchísimas dificultades en la implementación del procedimiento de la AFD que comprometen el respeto a los derechos de los usuarios». Empezando por “el riesgo de arbitrariedades y disparidades de trato contrarias al principio de igualdad ante la ley” mientras que la elección de recurrir o no a esta sanción se basa únicamente en la valoración del agente.

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“Esta transferencia de facultades lleva a la exclusión del fiscal y del juez y otorga un poder considerable a los agentes de ejecución. El fortalecimiento de este poder también incluye el riesgo de aumentar las prácticas discriminatorias”, considera la institución independiente responsable en particular de defender a los usuarios frente a la administración. El defensor de los derechos aboga por la abolición total de la AFD.

Pero este dictamen -no vinculante para la administración- va acompañado también, en su caso, de varias vías de mejora del sistema: aclarar el marco laboral con los agentes, mejorar la información que se da al multado, aumentar el control de la fiscalía y agilizar los procedimientos de impugnación.

El Gobierno, invocando una simplificación de la respuesta penal, había previsto inicialmente en su Ley de Orientación y Programación de la Secretaría de Gobernación (LOPMI) de 2023 extender el procedimiento de la multa a tanto alzado a todos los delitos punibles con pena única de multa o un año de prisión como máximo, es decir cerca de 3400 infracciones.

Tras un compromiso entre el Senado y el Gobierno, la ampliación finalmente solo afectará a 85 nuevos delitos, como las etiquetas, el delito de obstrucción del tráfico o el uso injustificado de la señal de alarma en los trenes.