El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, celebró este lunes -a distancia- la reapertura al culto de la antigua iglesia ortodoxa de Saint-Sauveur-in-Chora en Estambul, cerrada durante cuatro años, mientras era reconvertida en mezquita. El jefe de Estado turco ordenó en el verano de 2020 la reconversión de esta antigua iglesia bizantina, transformada en museo hace casi 80 años, un mes después de la reapertura de la basílica de Santa Sofía al culto musulmán.

Construida por los bizantinos en el siglo V, la iglesia de Saint-Sauveur-in-Chora, también llamada Iglesia de la Chora (Kariye, en turco), fue convertida en mezquita tras la toma de Constantinopla por los otomanos en 1453, entonces en museo después de la Segunda Guerra Mundial. Además de su historia milenaria que rivaliza con la de Santa Sofía, la pequeña iglesia de Chora es conocida por sus magníficos mosaicos y frescos que datan del siglo XIV, incluida una composición monumental del Juicio Final. Después de la Segunda Guerra Mundial, el edificio fue objeto de una larga restauración llevada a cabo por un equipo de historiadores del arte estadounidenses y se abrió al público en 1958.

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El anuncio en 2020 de su conversión en mezquita hizo temer por la conservación de los mosaicos y frescos del edificio, ya que el Islam prohíbe las representaciones figurativas. Grecia denunció entonces “otra provocación contra los creyentes y la comunidad internacional”.