Las personas mayores pueden ser más vulnerables durante las olas de calor. Sin embargo, el 73% de las viviendas para personas mayores en entornos colectivos se encuentran en medio de una isla de calor. “Vivir en una isla de calor es un riesgo añadido para las personas mayores, porque supone un riesgo para la salud, especialmente si no se dispone de aire acondicionado”, explica la coautora del retrato elaborado por Salud Pública, Sophie Goudreau. El DRSP muestra que el 77% de las residencias para personas mayores (RPA) con fines de lucro se encuentran en medio de una isla de calor, en comparación con el 66% de las viviendas para personas de bajos ingresos (HLM).

Para las personas mayores que viven en este tipo de viviendas, el acceso a negocios esenciales como el supermercado, la farmacia o incluso el banco puede resultar complicado. Más de la mitad de los entornos de vida colectiva para personas mayores se encuentran a más de 500 m de estas empresas. Para la coautora del retrato Marie-Chantal Gélinas, esto limita la participación social de las personas mayores, aunque es esencial para su salud e influye en su esperanza de vida. Según ella, aunque práctica, la presencia de una empresa en el seno de una (RPA) no hace más que acentuar el aislamiento de las personas mayores.

Las personas mayores suelen tener problemas de locomoción, además de haber perdido la capacidad para conducir. Lamentablemente, casi la mitad de las viviendas (42%) se encuentran a más de 500 m del transporte público. «Es muy importante disponer de este servicio para cubrir las necesidades básicas, para estar incluido en la sociedad y para poder desplazarse», explica Sophie Goudreau. Llega un momento en que las personas mayores pierden el permiso de conducir y otros nunca han conducido […], entonces es un servicio imprescindible. » La ausencia de transporte público cercano también deteriora la participación social de las personas mayores.

En ocasiones, estas viviendas se pueden encontrar cerca de una fuente de molestias, donde la contaminación del aire es mayor. En total, el 16% de las viviendas se encuentran a menos de 300 m de una autovía. “El hecho de instalar nuevas residencias en lugares cercanos a la contaminación [acústica] puede tener impactos en la salud”, explica Sophie Goudreau. Incluso pueden causar problemas cardíacos con el tiempo. » Recuerda que el ruido ambiental ahora es reconocido por la Organización Mundial de la Salud como una molestia que puede tener un impacto en la salud.

Los datos del DRSP destacan cuestiones específicas de las RPA con fines de lucro. Resultan ser los entornos de vida colectivos para personas mayores peor ubicados. Casi la mitad de ellos se encuentran a más de 500 m del transporte público y más del 60% se encuentran a una distancia significativa de negocios esenciales. Entre los diferentes tipos de viviendas colectivas para personas mayores, las RPA con fines de lucro son también las más numerosas al estar ubicadas en una zona de contaminación acústica y donde la contaminación atmosférica es mayor.