Le Figaro Burdeos
La fiesta ha terminado, aunque aún no haya comenzado. Este es el mensaje que quiere transmitir la prefectura de Gironde, que firmó un decreto el 26 de julio prohibiendo «las reuniones festivas de carácter musical» así como la «circulación de cualquier vehículo que transporte equipos de ‘sound system’ susceptibles de ser utilizados para una manifestación no autorizada». En resumen: la prefectura quiere impedir la celebración de una «fiesta rave» en Gironda este fin de semana.
Los servicios estatales consideran “que las posibles condiciones meteorológicas podrían favorecer la celebración de encuentros festivos no declarados de carácter musical”. Con buen tiempo, estas «fiestas gratuitas» pueden reunir varias decenas o incluso varios cientos de participantes. Por lo tanto, la prefectura desea con este decreto «prevenir el alto riesgo de perturbar el orden público» y también evitar posibles incendios que se inicien en áreas sensibles.
En agosto de 2022, una reunión festiva ilegal organizada por un colectivo reunió a unas 400 personas en el sur de Gironda. Este mismo colectivo es sospechoso de querer repetir este fin de semana. El pasado domingo, los gendarmes también intervinieron en la localidad de Bourideys (Gironda) para interrumpir una “fiesta rave” en una zona forestal sujeta a riesgo de incendios. Al querer escapar de un control de tránsito, una de las participantes, alcohólica y drogada, había atropellado a un hombre con su vehículo.