El grupo Bolloré vio caer su facturación en el primer trimestre un 10% hasta los 4.400 millones de euros, debido a la caída del precio del petróleo y especialmente de su actividad logística que se dispone a vender, según ha comunicado este lunes. Bolloré había abierto negociaciones en exclusiva con el armador CMA-CGM tras recibir el 18 de abril una «oferta de compra espontánea» por su filial logística, por un valor de empresa de 5.000 millones de euros, y ahora espera una promesa de compra hacia el 8 de mayo.
La facturación de esta actividad cayó un 24% en el primer trimestre hasta los 1.355 millones de euros, debido al descenso de los volúmenes transportados por aire y mar que habían alcanzado máximos tras la pandemia del Covid-19, y la reducción de la comisión sobre las mercancías transportadas . La actividad de almacenamiento y distribución de petróleo también descendió un 16% hasta los 712 millones de euros tras la caída del precio de los productos petrolíferos. Finalmente, su actividad industrial derivada del desarrollo de baterías eléctricas se redujo en el periodo un 34% hasta los 74 millones de euros, debido a la caída de las ventas de los Bluebuses afectados por varios incendios recientemente.
El grupo Bolloré sigue así reorientando los medios de comunicación, agrupados en el grupo Vivendi, que controla con aproximadamente un 29% de las acciones, y que generó unos ingresos de 2.290 millones de euros en el periodo, un 3% más gracias a Canal y Havas. La familia Bolloré prevé reforzar su control sobre el grupo que lleva su nombre a través de una oferta pública de recompra de acciones relativa a aproximadamente el 10% de los valores del grupo a un precio de 5,75 euros (o 6 euros si la venta de Bolloré Logística a CMA-CGM está finalizado). El valor de la acción se ha beneficiado en gran medida desde principios de año de las especulaciones sobre las intenciones de Vincent Bolloré y alcanzó los 6,34 euros por título el lunes antes de la apertura de la Bolsa de París.