El camino parece el correcto, al menos a los ojos de Gérald Darmanin. Al día siguiente de la publicación de la entrevista de River concedida por Emmanuel Macron a los lectores de Le Parisien, el ministro del Interior saludó su deseo de «volver a participar en el debate público». Como dijo el presidente, él también cree que “quizás”, el jefe de Estado “no estuvo lo suficientemente presente”. “Es normal cuando eres elegido directamente por los franceses del poder, quizás incluso más de lo que ha hecho hasta ahora, para explicar a dónde quiere llevar a Francia, a dónde quiere llevar a los franceses y crear así el debate democrático”, afirmó. .
Para el inquilino de Beauvau invitado a France 2 el lunes por la mañana, Emmanuel Macron «podría haber» de hecho «hablado más», en particular «el día después y las elecciones presidenciales y luego, sin duda, durante este período particular de la reforma de pensiones que es un extremadamente difícil reforma». «Él mismo lo dice», dijo. Añadiendo que “es muy bueno que lo esté haciendo ahora”.
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“Él sabe que se le espera”, reaccionó con más seriedad el ministro de Transportes, Clément Beaune, al micrófono de France Info. Se negó a «interpretar su palabra frente a los miembros del Gobierno», lo que podría significar que los ministros no estaban a la altura del texto del Ejecutivo. «La leçon pour la suite, c’est qu’il faut que lui-même et que nous tous on soit au combat», s’est-il contenté de résumer, appelant à «aller sur le terrain, aller au contact même si es difícil».
Por el lado de la oposición, esta salida del Jefe de Estado, por el contrario, ha alimentado las críticas a una presidencia que se considera cada vez más jupiteriana. Para el Insoumis Alexis Corbière, la «insinuación» de sus declaraciones equivale a decir que «los miembros del gobierno actual no son buenos». “Siempre modesto nuestro presidente. El presidencialismo enloquece, fuertemente la VI República”, comentó en redes sociales.
“Apenas lo hacemos mejor que Emmanuel Macron en términos de negación de la realidad”, bromeó también el primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure. Antes de continuar: “Y si, como dice, esa incapacidad para reconocer los hechos, fomenta el resentimiento y por tanto el voto a la extrema derecha, entonces él es su mejor abono…”.
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El coordinador de LFI, Manuel Bompard, también denunció en CNews «este desprecio por Emmanuel Macron», «este sentimiento que al final los franceses no entendieron bien». “Da la impresión de que la oposición a esta reforma de las pensiones es, en definitiva, una falta de entendimiento. Los franceses lo entendieron muy bien. Simplemente no están de acuerdo”, dijo.
Invitada en LCI, la ecologista Sandrine Rousseau por su parte reaccionó deseando a Emmanuel Macron «que ame a los franceses, lo que no me parece que sea del todo el caso». “Gestiona Francia como si fuera un sector de mercado”, fustigó. Y el pueblo francés es un pueblo, tiene una historia y necesita benevolencia.
El diputado del Rally Nacional Jean-Philippe Tanguy, en tanto, consideró que el presidente “no se ocupa de los problemas reales del país”. “De hecho, ha instalado el hábito de la negación y la mentira. Esta es exactamente la definición de macronismo”, cursó en RMC.