La administración del presidente estadounidense Joe Biden anunció el jueves un endurecimiento de la regulación del comercio de armas de fuego para obligar a los vendedores a verificar el perfil de los compradores. Las regulaciones emitidas por el Departamento de Justicia tienen como objetivo cerrar las lagunas en una ley promulgada en junio de 2022 con el apoyo de la administración Biden, tras una serie de tiroteos mortales.

Estas normas pretenden aclarar la definición de personas «que participan en el comercio» de armas, inducir a los vendedores a adquirir una licencia y obligarlos así a comprobar los antecedentes penales y psicológicos de sus compradores. También aumentan el control sobre el comercio de armas coleccionables y permiten al gobierno rastrear mejor el movimiento de armas registradas de un propietario a otro.

Estados Unidos tiene más armas individuales que habitantes, en parte debido a la facilidad con la que los estadounidenses tienen acceso a ellas. Uno de cada tres adultos posee al menos un arma y casi uno de cada dos adultos vive en un hogar donde hay un arma. La consecuencia de esta proliferación es la altísima tasa de muertes por arma de fuego, sin comparación con la de otros países desarrollados. Según la ONG Gun Violence Archive, 44.374 personas murieron por armas de fuego en 2022 en Estados Unidos, con un ligero descenso este año, hasta 28.793 muertes en los primeros ocho meses de 2023. Los suicidios representan casi el 55% de las víctimas.