La escena era cuanto menos desconcertante. En la estación de autobuses de Meaux (Seine-et-Marne), un autocar se encontró suspendido en el aire la tarde del jueves 4 de abril. La mitad delantera del vehículo flotaba a unos tres metros del suelo. Un camión de recuperación especialmente diseñado para vehículos pesados logró sacar el autocar de nuevo a la carretera esa misma noche alrededor de las 22.00 horas.
Eran casi las 20:00 horas cuando el autobús Transdev, un Iveco Crossway que une Meaux y Coulommiers, se encontró en esta peligrosa situación. Afortunadamente, en el momento del incidente no había pasajeros a bordo, sólo la conductora se encontraba en su puesto y pudo escapar ilesa.
El motor situado en la parte trasera del vehículo habría actuado como contrapeso, evitando que el autobús se inclinara hacia delante y cayera a la calle de abajo.
Representantes de Transdev se comunicaron rápidamente afirmando que nadie había resultado herido y que el conductor se encontraba bien. La empresa de transporte abrió una investigación interna para determinar las circunstancias exactas del incidente, dijo Transdev a Le Parisien. Los primeros elementos parecen indicar un error humano por parte del conductor, quien fue el único involucrado en el accidente. Transdev descartó la posibilidad de una colisión con otro vehículo.
Según información de Le Parisien, el conductor había regresado recientemente a su trabajo y tenía una licencia válida. Las pruebas de alcohol y drogas realizadas tras el accidente dieron negativo, pero por precaución fue suspendida temporalmente a la espera de esclarecimientos.