Los grupos farmacéuticos y los farmacéuticos prometieron el miércoles llegar a un acuerdo para que los medicamentos se distribuyan mejor en toda Francia, con el fin de evitar que los pacientes se encuentren con la falta de disponibilidad de su tratamiento.

El objetivo es «garantizar que cada paciente pueda tener acceso en cualquier lugar del territorio nacional a los medicamentos que necesita», explicó Christelle Ratignier-Carbonneil, directora general de la Agencia Nacional de Seguridad de Medicamentos (ANSM), que supervisó la redacción de esta carta junto con la Orden de Farmacéuticos. Este documento, que no tiene valor vinculante y por tanto no prevé sanciones, reúne a las principales organizaciones de farmacéuticos y de la industria farmacéutica. El Ministerio de Sanidad les pidió a principios de noviembre que contrajeran varios compromisos para luchar contra la escasez de determinados medicamentos, un problema de larga duración pero que se había acentuado especialmente el invierno pasado. Un antibiótico muy común, la amoxicilina, se había convertido en un símbolo de esta escasez y resultó muy difícil de encontrar durante muchas semanas, especialmente en su versión para niños.

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Actualmente, el ministerio admite que los pacientes no pueden encontrar sus medicamentos en las farmacias, pero asegura que se trata de un problema de distribución en territorio francés y no de existencias insuficientes en general. La carta firmada el miércoles pretende, por tanto, mejorar esta distribución y no resolver una posible escasez nacional, tema sobre el que el ministerio ha prometido una «hoja de ruta» para finales de año. Entre los puntos principales de este acuerdo, los firmantes prometen compartir mejor los datos sobre la disponibilidad de los medicamentos, lo que permitiría, por ejemplo, a los farmacéuticos informar a sus clientes con mayor precisión sobre la fecha en que su tratamiento volverá a estar disponible. En el ámbito industrial, nos comprometemos en particular a favorecer las ventas a mayoristas-distribuidores. Estas organizaciones tienen la función de actuar como intermediarias entre los grupos farmacéuticos y los farmacéuticos para una mejor regulación de las existencias, pero, de hecho, a menudo son ignoradas por las ventas directas a las farmacias.

En cuanto a los farmacéuticos, prometen no encargar existencias «irrazonables» de un medicamento, en relación con el tamaño de su clientela. «Tenemos reservas en el territorio», pero «la regulación es una exigencia para que los medicamentos estén disponibles en todas partes», comentó el martes por la tarde en X (antigua red Twitter), el ministro de Sanidad, Aurélien Rousseau, anunciando la próxima firma de esta carta.