Le Figaro Niza

Un circuito de aproximadamente un kilómetro accesible a todos los niveles de corredores durante cinco días consecutivos. Este es el concepto de “No Finish Line”, la traducción de una carrera sin final real donde el objetivo es recorrer la distancia máxima y donde cada kilómetro equivale a un euro recaudado para asociaciones y proyectos vinculados a la protección de la infancia.

Para la sexta edición en Niza (Alpes Marítimos), en la Promenade des Anglais, se estableció un récord gracias a los 5.837 participantes que, con cada una de sus zancadas, permitieron superar los 100.000 kilómetros y alcanzar así un total de 101.892 euros en donaciones. En media hora se registraron picos de casi 2.500 kilómetros.

Incluso fue posible correr -o caminar- por la noche por esta buena causa y como parte de un evento ahora popular a orillas de la Bahía de los Ángeles. Grupos, empresas, familias, cincuentones y jubilados se calzan las zapatillas deportivas para dar unas vueltas en una pista habitualmente utilizada por todos los corredores de la Costa Azul.

Un equipo de casi 400 personas, apodado “los vikingos”, se turnaron constantemente para recorrer 13.571 kilómetros. Individualmente, la mayor distancia recorrida ascendió a 351 kilómetros para las mujeres y 463 kilómetros para los hombres. Los organizadores decidirán los proyectos más relevantes para el reparto de esta suma. Se seleccionarán una veintena, precisan.