La isla Alicudi es un pedazo de tierra idílico, parte del archipiélago de las Eolias, frente a la costa de Sicilia. Surgido de un volcán extinto, Alicudi también tiene 100 habitantes… por 600 cabras salvajes. Llegaron a la isla hace casi 20 años, se multiplicaron rápidamente y ahora proliferan a un ritmo endémico, informa el Corriere della Sera el lunes 1 de abril.
En consecuencia, la convivencia entre las cabras y los habitantes, que durante mucho tiempo ha sido armoniosa, comienza a complicarse. Si no están domesticados, amenazan la flora de la isla dañando la vegetación, los jardines y las huertas, e incluso penetran en propiedades privadas… ¡lo suficiente como para volver completamente ridículos a los isleños!
Para remediar estos inconvenientes, el alcalde de la isla, Riccardo Gallo, tuvo una idea innovadora: los residentes podrán adoptar cabras de forma gratuita para domesticarlas. Para participar basta con solicitarlo en el ayuntamiento. El alcalde precisa que no existen restricciones sobre la cantidad de cabras que se pueden adoptar. Por tanto, no es necesario ser agricultor para contribuir a la domesticación de estos animales salvajes.
Los residentes de Alicudi tienen hasta el 10 de abril para postular. Según el concejal, ya hay muchas personas interesadas, entre ellas “un criador, productor de ricota, que quiere hacerse con varias cabras”.