Hay quienes denuncian los enfrentamientos y quienes los fomentan. Manuel Bompard asume claramente ser de segunda categoría. Invitado en BFMTV/RMC este martes, el coordinador de La France insoumise no ocultó su apoyo a los manifestantes que desde hace varias semanas perturban los movimientos de Emmanuel Macron, el primer ministro y su gobierno. El diputado llega incluso a enviarles un mensaje de apoyo: «Yo les digo que sigan adelante, que no se rindan, que la batalla continúa».

Las imágenes vienen rodando desde la promulgación de la reforma previsional. Vemos a Emmanuel Macron, Elisabeth Borne o incluso ministros confrontados a su vez con comités de recepción que a veces están muy molestos, movilizados en el campo. El lunes, nada menos que tres miembros del gobierno estaban preocupados: Pap Ndiaye (Educación Nacional) en Lyon y finalmente exfiltrado cuando regresó a la estación en París, François Braun (Salud) en Poitiers y Rima Abdul Malak (Cultura) durante el Molières ceremonia.

“Es normal que el pueblo busque formas de expresar su enfado”, comentó Manuel Bompard, para quien estas escenas son sólo “consecuencia de la voluntad y la terquedad del Presidente de la República”. Legitima estos métodos al deplorar que «manifestaciones muy amplias, tranquilas y democráticas» no hayan dado sus frutos. En este contexto, los franceses más movilizados optan por otro enfoque, consistente en reunirse “en los lugares donde están presentes los ministros”. Y «es parte de los medios democráticos que existen para que los franceses puedan expresar su enfado», garantizó el electo.

“La gente que hoy demuestra su oposición, no se divierte, tendría mejores cosas que hacer”, defendió también, mientras que el ministro de Cuentas Públicas, Gabriel Attal, hizo la distinción entre “sindicalistas, políticos de ultraizquierda” y “los franceses que se levantan por la mañana y van a trabajar». “Obviamente es una Francia que funciona. ¡Están las cacerolas, están los que las sostienen, y los que las sostienen son los que hacen girar al país!”, se dejó llevar el diputado.

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También quiere marcar un rumbo, como lo hizo Emmanuel Macron. Pero donde el Jefe de Estado quiere “cien días” de acción, Manuel Bompard pide “cien días de movilización”. Por eso nos anima a «mirar por dónde van los ministros» y luego «ir para allá» y «decir: si es así, no os dejamos seguir». Porque el diputado le asegura: “Después de un tiempo, tendrán que ceder”.