Dos décadas después, la secuencia no ha perdido la sal. Lanzado hacia Gap el 14 de julio de 2003, el Tour de Francia vive un momento insólito cuando Joseba Beloki es víctima de una violenta caída sobre el betún caliente y derretido que le hará abandonar poco después. Justo detrás de él, Lance Armstrong pateaba el manillar para evitar chocar contra la moto del español del equipo Once.
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Pero el americano, sorprendido, giró directo a la curva para terminar su carrera… en un prado. Desconcertado, el tejano atravesó entonces los campos, pasó la cuneta al lado de la carretera para encontrar el camino y volver a ponerse en marcha para evitar que Jan Ullrich aprovechara ese percance para intentar robarle el maillot amarillo. Una imagen inolvidable.