El tribunal penal de Évry (Essonne) condenó el jueves 7 de septiembre a un joven a dos años de prisión, en particular por haber proporcionado un bidón de gasolina utilizado durante el incendio ocurrido a la entrada de la comisaría de la ciudad a finales de junio. Durante los disturbios que siguieron a la muerte de Nahel en Nanterre (Altos del Sena), asesinado por un agente de policía durante un control en la carretera, una treintena de encapuchados atacaron la fachada de la comisaría de Évry la noche del 29 al 30 de junio, provocando 75.000 euros por daños, recordó el presidente del tribunal.

El joven de 19 años, que se presentó sin abogado y también estaba siendo juzgado por posesión de estupefacientes, no fue identificado en las imágenes de las cámaras de seguridad en el momento del ataque, pero proporcionó un bidón de gasolina a los atacantes, dictaminó el tribunal.

“La Fiscalía quiso perseguir con cierta severidad a todas las personas que participaron”, afirmó el fiscal en la audiencia. “No se da cuenta de la gravedad de los hechos que se le imputan”, añadió sobre el imputado. Otros dos jóvenes, de 25 y 19 años, ya habían sido condenados a finales de julio a penas suspendidas de siete meses y de un año, mientras que un menor era objeto de una medida educativa judicial provisional.

Las investigaciones sobre daños y destrucción de bienes públicos por medios peligrosos y participación en un grupo con vistas a cometer violencia movilizaron a una decena de investigadores, según la policía judicial.

Según esta misma fuente, un grupo de jóvenes se había «congregado» esa noche en la comisaría de Évry: uno de ellos había roto una cámara de vigilancia y otros habían encendido un fuego delante de la entrada y dañado coches de policía. Según la fiscalía, también se arrojaron bombas molotov contra la fachada del edificio.

La primera ministra, Elisabeth Borne, y el ministro del Interior, Gérald Darmanin, acudieron al lugar a la mañana siguiente para comprobar los daños y reunirse con la policía.