La vista es hermosa para morirse. Casi da al lago de Bourget, en el oeste de Saboya. Después de cuatro meses de excavaciones, el Instituto Nacional de Investigaciones Arqueológicas Preventivas (Inrap) completó el viernes el estudio de un yacimiento merovingio descubierto este invierno, aguas arriba de un proyecto de desarrollo inmobiliario en la ciudad de Bourget-du-Lake, a 10 kilómetros de Chambéry. Los investigadores desenterraron un cementerio del siglo VII. Poblado por al menos 80 individuos repartidos en unas cuarenta tumbas, sería el recinto funerario merovingio más importante de Saboya.
A pesar de la cantidad de cuerpos descubiertos, la tierra de Saboya ha conservado pocos muebles. «Tenemos algunas prendas de vestir, algunos adornos, pero es realmente insignificante en comparación con la cantidad de entierros», dijo a nuestros colegas de France 3 el arqueoantropólogo Julien Blanco, del Inrap. La posición de los esqueletos permite atestiguar la presencia de ataúdes, hoy desaparecidos y reducidos a polvo a lo largo de los siglos.
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Ubicado hoy en la Route des Catons, en una colina del pueblo, el cementerio permaneció activo el tiempo suficiente, al menos algunas décadas, para que varias de sus tumbas fueran reutilizadas. Otras tumbas también sirvieron como tumba colectiva. Solicitados por L’Essor Savoyard, los investigadores del Inrap precisaron que el cementerio estaba bien ordenado, en varias filas, testimonio de la lenta evolución de las necrópolis de la Antigüedad tardía hacia la disposición de los cementerios parroquiales de la Edad Media clásica. Cabe destacar que los arqueólogos han identificado fosas donde descansaron hasta cuatro individuos. De acuerdo con las costumbres funerarias cristianas de la época, todos los cuerpos estaban mirando hacia el este, hacia Jerusalén.
Los detalles del sitio de excavación solo se presentaron a partir de los últimos días de la operación, con el fin de preservar la seguridad de los restos y no atraer a posibles saqueadores. De este modo, el sitio se ocultó cuidadosamente detrás de tiendas de campaña blancas, en el mayor secreto. El equipo del Inrap sólo levantó el velo sobre los resultados de su investigación durante el mes de junio, con motivo de una visita escolar municipal organizada unos días antes de las Jornadas Europeas de Arqueología. Sin embargo, el sitio no abrió sus puertas al público para este encuentro.
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Según apuntan los investigadores, el cementerio ya había sido sondeado de forma muy parcial en 1979, tras el hallazgo de unos restos durante las labores agrícolas. En ese momento, antes del nacimiento de la arqueología preventiva moderna, una excavación de rescate rudimentaria ya había permitido excavar tres entierros.
Concluida, la operación de excavación dará paso a la fase de estudio de los muebles y restos humanos recogidos desde febrero. El examen de los huesos por parte de los antropólogos del Instituto podría proporcionar nuevos detalles sobre los merovingios que murieron hace casi 1.400 años en las cercanías del lago Bourget.