Se trata de una nueva atracción en una ciudad en la que no faltan: La Esfera. Una estructura de 111 metros de altura, 157 metros de ancho equipada con una pantalla LED de 53.800 m2 en su superficie exterior. La sala tiene capacidad para nada menos que 18.600 espectadores. Aquí es donde U2 comenzó una nueva residencia el viernes pasado. En total, el grupo ofrecerá 25 conciertos en esta sala que consume mucha energía: aproximadamente 95.779 MWh al año, o el consumo anual de 20.500 hogares franceses. Nada mal para un grupo cuyo líder, el controvertido Bono, se dedica a defender la protección del medio ambiente.
También es la primera serie de conciertos del grupo formado en 1976 sin su baterista Larry Mullen Jr, quien no pudo actuar por motivos físicos. Para acompañar esta nueva serie de shows discográficos (recordamos el gigantismo de las giras Zooropa y Pop de los años 1990), U2 ha presentado una nueva canción. Titulado Atomic City, reconecta con la energía de sus inicios, en plena ola punk. Hacía mucho tiempo que U2 no emocionaba tanto a la gente con un sencillo. Sin embargo, si se mira más de cerca, Atomic City recuerda a un título del grupo neoyorquino Blondie, Atomic, que tuvo un gran éxito en su lanzamiento en 1979. El título también toma prestados algunos elementos de Call Me, fruto de la colaboración de los estadounidenses con el El europeo Giorgio Moroder, al año siguiente.
Sin embargo, Atomic City es también el apodo que se le dio a Las Vegas, en el apogeo de la conquista espacial. Unos meses después del lanzamiento de un álbum doble poco convincente con títulos revisados de su repertorio, U2 ofrece casi algo nuevo. Pero parece obvio que lo mejor queda atrás.