¿Está Ámsterdam a punto de batir su propio récord? La ciudad, que ya ha iniciado varias medidas contra el exceso de turismo, acaba de votar a favor de aumentar su tasa turística, como se revela en un comunicado de prensa sobre el presupuesto de la ciudad. El diezmo de Ámsterdam, que ya es el impuesto turístico más alto de Europa, representará ahora el 12,5% de la factura final del hotel. “Con una tarifa media de 175 euros por persona, esto significa un aumento de 15,25 euros a 21,80 euros por noche en 2024”, escriben los funcionarios electos locales. Las líneas de cruceros también se verán afectadas, ya que el impuesto aumentará de 8€ a 11€ por visitante y día.
Con estos aumentos, Ámsterdam sigue mostrando el mismo objetivo: luchar contra los efectos indeseables del turismo de masas… pero también hacer frente a la inflación sistémica en Europa. “En 2024, las tarifas para los residentes no aumentarán. Por otra parte, aumentará la tasa turística: los visitantes contribuirán así a financiar las misiones de la ciudad. Esto nos permite hacer frente a las consecuencias del exceso de turismo y asignar recursos adicionales para mantener las calles limpias y resolver problemas graves en barrios y distritos”, dijo Hester van Buren, teniente de alcalde de Ámsterdam, responsable de finanzas.
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Desde la crisis del Covid, la capital holandesa ha aumentado las medidas disuasorias. En julio, prohibió la entrada de cruceros al centro de su ciudad. El ayuntamiento había aprobado una moción para cerrar una importante terminal de cruceros. El municipio lo dice alto y claro: quiere devolver una dosis de tranquilidad a los habitantes de su centro histórico, después de haber experimentado picos de afluencia pre-Covid (en 2019, más de 20 millones de visitantes fueron a Ámsterdam).
A partir de ahora está prohibido fumar cannabis en las calles de su famoso barrio rojo. La ciudad también lanzó una campaña hace unos meses para disuadir a los turistas, particularmente a los británicos, de ir a Ámsterdam a divertirse, beber alcohol o consumir drogas. Por no hablar de la aplicación de estrictas normas para regular los alquileres de temporada. Muchas medidas tienen como objetivo regular el número de visitantes y mantener la ciudad en lo más alto del ranking de las capitales europeas más acogedoras.