Actores en huelga y jefes de estudios de Hollywood suspendieron sus negociaciones el miércoles, comprometiendo las esperanzas de una rápida reanudación de la producción cinematográfica y de series, tras largos meses de huelga.

Los jefes de estudios y plataformas como Disney y Netflix hablan desde la semana pasada con representantes del sindicato SAG-AFTRA, que defiende los intereses de 160.000 actores, especialistas, bailarines y otros profesionales de la pequeña y gran pantalla, cuyos miembros han desertado. La película se ambienta desde julio.

Pero en un comunicado el miércoles por la noche, los estudios, representados por la Asociación de Productores de Cine y Televisión (AMPTP), anunciaron que esta discusión había cesado y suspendida por el momento.

«Después de serias discusiones, ha quedado claro que la brecha entre las posiciones de AMPTP y las de SAG-AFTRA es demasiado grande, y estas discusiones ya no nos hacen avanzar de manera fructífera», dijeron los estudios.

La AMPTP acusó a los actores de hacer exigencias excesivas, incluido un reparto de los ingresos de la distribución de obras en plataformas de streaming que “por sí solo costaría más de 800 millones de dólares al año”. Para los estudios se trata de una “carga financiera insostenible”. También acusaron al sindicato SAG-AFTRA de rechazar los aumentos salariales aceptados por los guionistas.

«Esperamos que SAG-AFTRA revise sus posiciones y vuelva rápidamente a negociaciones productivas», dijeron los estudios de Hollywood.

El mes pasado, la AMTP llegó a un acuerdo salarial con otra corporación, la de guionistas de Hollywood, que puso fin a una huelga que duraba casi cinco meses.

Dada la similitud entre las demandas de los actores y las de los escritores, parecía apropiado ser optimista sobre la posibilidad de un acuerdo rápido.

El sindicato SAG-AFTRA no reaccionó de inmediato a las declaraciones de la asociación de productores del miércoles.