La política es cruel: apenas tenemos tiempo de apegarnos a algunos de sus personajes más fascinantes antes de que desaparezcan. Echamos de menos la poesía de Christiane Taubira, la delicadeza de Nadine Morano y, sobre todo, la elegancia y el refinamiento de Marlène Schiappa. Buenas noticias, nos recuerda con cariño: el 5 de junio publicará con Fayard un libro que promete ser grandioso, Scandal. Recordamos que había escrito novelas eróticas que debieron impresionar mucho a Bruno Le Maire. Esta vez cambia de género para mirar el destino de una mujer asombrosa.

Según el comunicado, ella es una heroína “hermosa, brillante y poderosa”, “LA Ministra del Interior que todos envidian”. Pero en realidad la señora está deprimida, está “al borde del agotamiento”. Se le pidió que fuera a Nueva York para “establecer su estatura internacional y superar a su rival, el Ministro de Educación Nacional”. Allí conoce a un “impresionante jugador de baloncesto” (sic). Pero el hombre no es necesariamente lo que parece. “Entre la carga mental, el deseo de agradar y el deseo de triunfar en su carrera, esta sexy cuarentona es la mujer a la que cada uno de nosotros se parece o le gustaría parecerse”. Las mujeres están arregladas. Hombres, no lo sabemos. Este seductor resumen nos hace latir el corazón, la perspectiva de esperar casi dos meses para devorar la obra maestra anunciada es insoportable. Los deliciosos recuerdos de la colección Harlequin resurgen, Marlène Schiappa nos deleitará. Alegría, alegría, alegría.