La escritora haitiana Makenzy Orcel recibió en la noche de este sábado en Nueva York, de manos de la autora francesa Anne Berest, el Premio Goncourt en su versión estadounidense por A Human Sum, un galardón que otorgan estudiantes francófonos de universidades de Estados Unidos.
El más prestigioso de los premios literarios franceses se ha internacionalizado con las “selecciones del premio Goncourt” en 35 países que deben decidirse entre estudiantes de literatura francesa y francófona.
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Para su segunda edición en Estados Unidos, la Académie Goncourt dio a conocer el «Goncourt United States Choice» durante una ceremonia en Manhattan, en la Villa Albertine de la Embajada de Francia, presidida por Anne Berest, laureada en 2022 y rodeada de estudiantes de ocho universidades (Columbia, Duke, Harvard, MIT, Universidad de Nueva York, Princeton, Universidad de Virginia y Yale).
Estas jóvenes bilingües, en su mayoría estadounidenses, francesas y de otras nacionalidades, estudiaron durante meses en francés seis libros de la selección Goncourt 2022 que ganó en noviembre la francesa Brigitte Giraud con Vivre vite (Flammarion).
El jurado de estos jóvenes literatos premió así su Goncourt en versión americana a A Human Sum (Rivages) de la novelista y poeta haitiana Makenzy Orcel, que habla desde el ultratumba en 600 páginas, en un lenguaje abundante e ininterrumpido, una mujer habitada por la poesía y la violencia. Tuvieron que eliminar en particular la personalísima Vivre vite de Brigitte Giraud y los relatos histórico-políticos Le mage du Kremlin (Gallimard) del ítalo-suizo Giuliano da Empoli y Las casi hermanas (Seuil) de Cloé Korman.
Cuando Anne Berest anunció el premio, Makenzy Orcel hizo una aparición sorpresa y muy aclamada en la Villa Albertine. “No escribo por premios, no por reconocimiento, escribo porque importa; porque la literatura es una invitación a mirar el mundo de otra manera, a abordarlo de otra manera, a mostrar los fundamentos del mundo», lanzó la escritora nacida en 1983 en Port-au-Prince, ya premiada en Francia y cuya primera novela Les Immortelles en 2012 se destacó por la profusión de su escritura.
El jurado estudiantil «unánime» elogió «una prosa tan deliciosa y poética (…) una magnífica obra literaria (…) pura ficción que habla de universalismo» y la comparó con las obras de los estadounidenses William Faulkner y Toni Morrison. «Muestra que la ficción puede ser la mejor manera de llegar a la verdad», dijo Arielle Stern de la Universidad de Duke en Carolina del Norte. De son côté, Anne Berest, dont le roman familial sur la Shoah La Carte postale sort traduit aux États-Unis en mai (The Postcard Europa Éditions) s’est dite «convaincue que la littérature est une porte d’entrée pour comprendre l’ Historia».