En Andalucía, la provincia de Almería comparte con Granada la Alpujarra, esta región montañosa situada al pie de Sierra Nevada. El tiempo parece haberse detenido en estos valles verdes con encantadores pueblos blancos, aún impregnados de ocho siglos de presencia musulmana. Un auténtico paso a tener en cuenta durante un viaje a Andalucía.
El gran público lo desconoce, pero España es una nación que cuenta en astronomía y el país está lleno de infraestructuras de alcance internacional, incluidas las de la meseta de Calar Alto de la Sierra de los Filabres, en la Alpujarra.
El Centro Astronómico Hispánico de Andalucía (CAHA) organiza visitas guiadas a las instalaciones para mayores de 8 años (12 € por persona), así como actividades nocturnas para mayores de 12 años, como la observación del cielo con diferentes telescopios. Todo a una altitud de más de 2160 m. Así que piensa en un chaleco en verano y una parka en invierno, ya que la nieve es algo habitual a estas alturas.
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Andalucía es una, si no LA, región del mundo que produce la mayor cantidad de aceite de oliva. La Alpujarra está lógicamente salpicada de olivares y almazaras, que reúnen a varios productores de este preciado oro amarillo líquido. Visita, por ejemplo, la de Canjáyar para descubrir su sutil néctar, en la localidad del mismo nombre.
Calcula 45 minutos y 5€ para la visita guiada con degustación, a partir de 15 personas. Visita autoguiada gratuita.
Laujar de Andarax, antigua capital del reino nazarí (siglos XIII-XV), está repleta de casas palacio, como la de los Moya (1732), cuyo escudo está tallado en la fachada. El edificio, convertido en Centro Cultural Hispano-Filipino, se puede visitar de forma gratuita. También merece la pena ver la Iglesia de la Encarnación, apodada la “Catedral de la Alpujarra”, por su tamaño. Construido sobre una antigua mezquita, este edificio mudéjar es actualmente el más antiguo de la localidad (siglos XVI-XVII).
Las 16 fuentes del pueblo reflejan la importancia del agua en esta “capital” bordeada por el río Andarax. Como el del Pilar de la Plaza, decorado con bajorrelieves barrocos y el emblema de la ciudad de 1.500 habitantes. Imprescindible un desvío hacia el área de ocio de El Nacimiento para apreciar los saltos de agua mientras el río discurre entre las rocas. Se encuentra a 2,5 km al norte de la localidad.
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En la Sierra de los Filabres se explotó el hierro desde el siglo XIX hasta 1968, dejando interesantes testimonios de este pasado industrial. Tomando el sendero de Las Menas (SL-A 192) descubriremos esta pedanía minera, asomada al Valle del Almanzora. Situada a 20 minutos en coche al sur del pueblo de Serón, aquí se puede visitar libremente la ermita de Santa Bárbara, las oficinas, la casa de trabajadores, los talleres y las casas del personal.
A pie, a caballo o en bicicleta se puede recorrer el Tramo de Hierro de la Vía Verde del Almanzora, que se ha convertido en un lugar para visitar y vivir: cargaderos de mineral abandonados, antiguas dependencias del ferrocarril convertidas en restaurante, salas de exposiciones…
El curso del río Andarax ha excavado los 2 kilómetros de gargantas que separan las sierras de Sierra Nevada y Sierra de Gádor. Una maravilla natural y un remanso de naturaleza y frescura con cascadas, piscinas naturales pobladas de truchas, ranas… … En el menú: una caminata acuática bastante accesible si estás bien equipado. En coche, aparcar en la explanada a 5 minutos al sur del pueblo de Padules y caminar aproximadamente 1 km en dirección al río.
Su reinado fue breve: Boabdil, último soberano musulmán de Granada, capituló el 2 de enero de 1492 ante los reyes católicos, quienes le concedieron un señorío en las Alpujarras, conocida ruta comercial en la época, ya que unía Granada con Almería. . Permaneció allí durante un año antes de su exilio en Marruecos en 1493, lo que marcó el final de siete u ocho siglos de presencia musulmana en España. ¿Dónde se quedó Boabdil en la Alpujarra? La historia no lo ha decidido.
Se dice que vivía en una casa del pequeño pueblo de Fuente Victoria. La tradición popular suele señalar a Casa Grande como su residencia, pero persisten las dudas. En cualquier caso, merece una mirada su torre cuadrada de tres arcos, rematada con un tejado de lona que se eleva sobre su fachada barroca y mudéjar, el arte de influencia musulmana desarrollado en los territorios reconquistados por los cristianos. Visita libre.
En términos más generales, Fuente Victoria es una parada agradable, ya que el pueblo se organiza en torno a calles estrechas típicamente bereberes. Este año se inauguró un primer mural del artista almeriense Moxaico, destacando así la figura de Boabdil en una de las paredes del ayuntamiento (foto)
A estas alturas nos sentimos alejados de las abrasadoras playas de la costa andaluza y descubrimos una cocina sencilla y contundente, cocinada a fuego lento. No te pierdas la olla de trigo (un guiso a base de trigo, garbanzos y cerdo aromatizado con hinojo) o la charcutería cocinada a las brasas, recordándonos que La Alpujarra es tierra de pastores y ganaderos. En Navidad o Semana Santa no te pierdas los soplillos, un postre elaborado con clara de huevo, canela, azúcar, almendras y limón.
