El domingo por la tarde, mientras caminábamos de regreso por la Rue Bonaparte hacia el Beaux-Arts donde se celebraba el desfile de Valentino, cuál fue nuestra sorpresa al encontrarnos a pie con Paris y Nicky Hilton. A su paso, un peluquero rocía una enorme nube de laca Elnett. La escena pop y surrealista no deja de atraer a curiosos, smartphone en mano y fotógrafos. A punto de provocar un disturbio, los dos estadounidenses envían besos a la multitud y posan en medio de la pista… bloqueando el autobús de la RATP. La policía se involucra. Los sedanes negros están parados. Incluido el del cantante Usher que no bajará de su vehículo y acabará viendo el espectáculo en la sala de control de vídeo…

Bajo el techo de cristal del Palacio de Estudios, lejos del tumulto, Cher, Kris Jenner, la musa Florence Pugh y muchísimas influencers, todos en Valentino, esperan entre grandes carcajadas. Un grupo de bailarines silencia la sala iniciando una coreografía sin música. Aparece la cantante Fka Twigs, también baila y luego canta varias de sus canciones con su voz cristalina. Momento suspendido. Apenas notamos la entrada al podio de la top model Kaia Gerber con un minivestido cortado con bordados 3D de motivos antiguos. La bella morena lleva en la punta de los dedos el nuevo bolso croissant Vlogo Moon (para llevar cruzado, al hombro o plegado sobre sí mismo como un pequeño bolso). No podíamos extrañarlo ya que regresa casi siempre. Como esta técnica del guipur que representa hibiscos, margaritas, pájaros y bajorrelieves, disponible en capas, escotes, jeans y togas. Vestidos de noche muy bonitos, abiertos hasta la ingle o con aberturas a los lados, parecen mantenerse unidos por la magia de dos costuras. Sencillo pero bonito y muy Valentino.