Sábado _ julio, 7:45 am en Atenas al pie de la Acrópolis. Las puertas de la roca sagrada que alberga, en particular, el Partenón, solo se abren en 15 minutos, pero ya cientos de visitantes están en pie de guerra. El mercurio ya marca 30 grados. La temperatura subirá diez grados unas horas más tarde.

La cola es tal que las autoridades han decidido abrir la entrada sur del peñón para destapar la principal, la de los Propileos, prometiendo las autoridades reabrir la puerta occidental tan pronto como en tiempos de Pericles.

«Pero eso no será suficiente, hay demasiada gente», dijo un guardia. «Esta mañana, nueve cruceros atracaron en el puerto del Pireo durante unas horas, el tiempo justo para hacer unas fotos aquí en el Partenón y partir. Ha sido el mismo ritual desde abril», suspira. Los guardias pidieron y consiguieron el establecimiento de una entrada reservada solo para cruceristas, pero el Gobierno quiere ir más allá para reducir estas colas.

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Lina Mendoni, ministra de Cultura griega, anunció a la prensa que el proyecto de regulación de visitas se implementaría «a finales de julio, para evitar estas colas demasiado largas en la ola de calor», subrayó.

Su programa prevé cronómetros para la visita de la Acrópolis con una limitación a «unos cientos de personas», sin más detalles por el momento. Este proyecto habría sido concebido en octubre pasado y probablemente habrá que hacer ajustes en su implementación. Pero la voluntad está ahí.

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Para Despina Koutsoumba, presidenta de los arqueólogos griegos, esta iniciativa llega un poco tarde. “Propusimos este indicador de tiempo el año pasado, pero nadie parecía interesado en el proyecto. Las autoridades no pueden solo promover el turismo de cruceros, debemos escuchar a los arqueólogos, guías y visitantes para mantener la autenticidad de los lugares y el placer de la visita”.

Sin embargo, algunos guías dudan de que esta normativa realmente reduzca las colas matutinas. Y luego, más allá del control de boletos, hay una multitud en la roca: turistas e influencers se turnan para posar frente al majestuoso Partenón. Usan efectos ópticos para hacer creer a las personas que están solas y para magnificar sus fotos en las redes sociales.

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Poco antes de que cerrara el sitio, alrededor de las 7:45 p. m., los guardias intentaron llevar a los visitantes a la salida. Pero están abrumados por el sol poniente y el cierre una vez más llevará más tiempo de lo esperado. Tanto la entrada como la salida son difíciles de regular.

En la era de la regulación (cuotas, impuestos y reservas…), la implementación de este proyecto en la Acrópolis no será la primera en Grecia. Desde hace cinco años, la isla de Santorini ya ganó su apuesta al lograr regular la llegada de cruceros.