¿Qué pasa si combinamos los viajes en avión, una fábrica de fantasía si alguna vez las hubo y la imaginación desbordante de los niños? Ésta es la pregunta bastante insólita que se plantea Booking.com en su último estudio, realizado entre mil niños franceses. La plataforma de reservas preguntó a nuestras queridas cabecitas sobre su propia concepción del avión del futuro. Y los resultados son bastante sabrosos, aunque deberían hacer sudar frío a los ingenieros aeronáuticos…

El 44% de los niños encuestados sueña con un avión de dos pisos, conectado por toboganes y equipado con una piscina. Ideal para eliminar el jugo de tomate al aire libre. Al 40% de ellos le gustaría que Airbus o Boeing equiparan su próximo avión con un techo transparente para ver las estrellas mientras que al 34% le gustaría que el suelo fuera un trampolín (34%) o poder divertirse en un muro de escalada ( 30%). A más de uno de cada cuatro niños también les gusta imaginar un dispositivo cuyas ventanas se abren para poder “tocar las nubes”. Los pasajeros propensos al vértigo lo agradecerán… Algunos sueñan con asientos que se transforman en máquinas de “hacer cosquillas” o, más prosaicamente, con tener espacio para las piernas para no ser regañados por el vecino de delante.

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En cuanto a los servicios, al 19% de ellos le gustaría que sus cuatro horas las atendiera no una azafata sino… el mismísimo Papá Noel, mientras que la misma proporción preferiría que fuera su hermano o hermana quien se ocupara de ellos. él. ¡Las rivalidades entre hermanos son difíciles de eliminar! En cuanto a los destinos, al 43% de ellos le gustaría volar a Laponia para volver a ver a Papá Noel, frente al 34% en Australia, para ver canguros y koalas. A los más soñadores (el 30% de todos modos) les gustaría coger un avión para ir a la Luna.

Los 10 atributos del avión onírico, según los niños:

Encuesta realizada por Booking.com entre 1.000 niños franceses de 6 a 11 años.