Es en cierto modo la versión moderna y relojera del tesoro pirata que descubrimos por casualidad, como en Los Goonies, una película de culto producida por Steven Spielberg en 1985. ¡Pero esta vez se trata de un Rolex Submariner! El surfista australiano Matt Cuddihy surfea y bucea en Noosa, un excelente lugar para surfear en la costa australiana. Aquí es donde, como es habitual, mientras bucea, recoge los desechos que con demasiada frecuencia se acumulan en el fondo marino. Pero por una vez, su cosecha del día es un poco diferente: además de restos de redes y un puñado de aletas de tablas de surf, descubre un Rolex Submariner parcialmente cubierto de concreciones, con la correa atrapada debajo de una roca. Este reloj llevaba allí bastante tiempo, a juzgar por el desgaste del cristal provocado por el ir y venir de la arena con las mareas.
Esta vez, el Pacífico le ha devuelto el amor y la atención que le brinda el surfista y explorador de los océanos. Obviamente, en estos tiempos conectados, se apresura a tomar una foto con su Go Pro y publicarla como una «historia» en su cuenta de Instagram. Hay que decir que la imagen de este Submariner ref. 5513 emergiendo de las profundidades del mar es impresionante. También recuerda, atajo histórico, la época en que Hans Wilsdorf, fundador de Rolex, tuvo la idea en 1927, con el fin de promover la hermeticidad al agua de sus relojes de pulsera Oyster, de presentarlos en una vitrina inmersa en un acuario real, con plantas y pez de colores…
Pero lo más impresionante de este afortunado descubrimiento en el fondo del Océano Pacífico no está ahí: la reputación de alta resistencia e infalible resistencia al agua de los relojes suizos desde la manufactura hasta la corona es todo menos una leyenda. Comme l’a expliqué Matt Cuddihy, une fois cette Rolex sortie de l’eau, il l’a nettoyée à l’eau fraîche, en ôtant la plupart du sel, du sable et des concrétions qui commençaient à faire une gangue à son boîtier en acero. A pesar de que el bisel se corroía por estar en agua salada, ¡este Submariner con nombre predestinado aún funcionaba! El único inconveniente: su corona está como soldada por su estadía oceánica, no hay duda de que el afortunado surfista volverá a ponerlo en su zona horaria de Queensland. Pero, en este caso, se suma al encanto de este descubrimiento relojero submarino único… aunque probablemente solo necesite una revisión completa para que luzca como nuevo otra vez.