Viaja como quieras, redescúbrete a ti mismo, sigue tu instinto… Sobre el papel, viajar solo por el mundo sólo tiene beneficios. Aunque esta experiencia está cada vez más de moda, mucha gente aún no se ha atrevido a dar el paso. La causa: el miedo a la soledad. Pasar varios días en tu propia compañía puede resultar tan gratificante como aterrador. Pero ir solo no significa necesariamente vivir como un ermitaño: Le Figaro ha recopilado los mejores consejos de los viajeros para conocer gente allí.
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“La base es alojarse en albergues juveniles”, asegura Hortense, que se fue sola durante varios meses a Camboya. Estos le permiten conocer a turistas de todos los ámbitos de la vida. “Basta con pasar un rato en las zonas comunes”, recomienda la joven. “Además, me encontré con uno de mis mejores amigos en la terraza de un hostel. » Para aquellos que no se atreven a entablar una conversación, algunos establecimientos ofrecen visitas guiadas, cenas o un recorrido por los bares locales. Tantas oportunidades para crear vínculos entre viajeros. Y si la vergüenza persiste, Éléonore, de 26 años, tiene su pequeño consejo: no dudes en traer un juego de cartas.
Si el albergue juvenil no organiza ninguna actividad, que no cunda el pánico. Cada día se celebran numerosos eventos en las grandes ciudades, empezando por visitas guiadas gratuitas. “Cuando estuve en Filipinas, conocí a muchos viajeros haciendo viajes organizados”, dice Maxime, acostumbrado a realizar viajes por carretera en solitario. Otra posibilidad: utiliza tus intereses. “Me encanta bailar”, explica Marine, que fue sola a Nueva Zelanda. “Vi un bar que ofrecía lecciones de salsa. ¡Al cambiar de pareja, terminé conociendo a todos! »
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Si eres tímido, ¿por qué no buscar ayuda en Internet? Múltiples aplicaciones promueven reuniones en el extranjero. El más conocido de ellos se llama Couchsurfing. Por una suscripción mensual, conecta a los turistas con los lugareños que ofrecen alojamiento gratuito. También cuenta con una pestaña dedicada a las discusiones entre viajeros. “Lo usé durante todo mi viaje por carretera por Centroamérica”, dice Nils, de 24 años. “En Honduras incluso me quedé con profesores jóvenes que se ofrecieron a darme lecciones de francés. » Además de Couchsurfing, Meetup organiza reuniones amistosas y Travello sueña con ser una red social para mochileros. “También están los clásicos, como Tinder y Fruitz, ¡pero aquí hay que tener claras las expectativas de todos! », advierte Éléonore.
Difícil construir relaciones en sólo 24 horas. Aunque puede resultar tentador recorrer el país de arriba abajo, es mejor quedarse unos días en cada ciudad. «Es más fácil interactuar con personas que conoces varias veces», explica Marine. Esto también te permite planificar actividades con ellos. Y para aquellos que sueñan con una verdadera dinámica de grupo – mientras ahorran dinero… – ¿por qué no probar el voluntariado? Durante semanas, el viajero es alojado gratuitamente a cambio de algún trabajo en casa de su anfitrión. Recepcionista en un albergue juvenil, niñera, voluntaria en una granja… Sitios como Workaway o Worldpackers ofrecen cientos de puestos de voluntariado en todo el mundo. “Gracias a ello pude dar clases de inglés en Camboya”, recuerda Maxime. “¡Fue una experiencia realmente buena, me hice amigo de los otros voluntarios y todavía estoy en contacto con ellos hoy! »
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“Hay consejos, pero en general no hay que pensar demasiado”, afirma Éléonore. La regla de oro es atreverse a dar el primer paso. Para romper el hielo, Hortense aconseja pedir recomendaciones: cuál es el mejor restaurante de la zona, merece la pena el museo… Preguntar por la nacionalidad de alguien y su itinerario también es una forma de iniciar una conversación. «También es bueno hablar con aquellos que tienen una guía de viaje en la mano», afirma Nils. En pocas palabras: confía en tu intuición. “A menudo todos estamos en la misma onda, todos queremos intercambiar con los demás”, asegura Éléonore. “Sólo tienes que empezar. »