«El cielo es el límite». El famoso adagio es una buena ilustración del acuerdo alcanzado este sábado entre republicanos y demócratas. El compromiso encontrado, que aún debe ser votado por el Congreso el miércoles, aboga por una suspensión del techo de la deuda hasta 2025. Además del nuevo aumento en el presupuesto de defensa, la mayor parte del gasto federal debería tener un límite de dos años. Lo que estabiliza y luego reduce una factura que asciende a más de 31.000.000.000.000 de dólares. Una secuencia de ceros que nos sumerge en los meandros de lo infinitamente grande.
Afortunadamente, los atajos que ofrece el lenguaje nos permiten hablar más simplemente de “31 billones” o “31,000 billones” de dólares. Fórmulas concisas, que sin embargo conllevan el riesgo de cierta indiferencia estadística: para muchos, esta deuda es sólo una cifra entre muchas otras. Pero entonces, ¿qué son realmente 31 billones de dólares?
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Ciertos indicadores proporcionados por el US Debt Clock permiten identificar mejor este endeudamiento. La deuda pesa mucho sobre los hombros estadounidenses: es de 95.000 dólares per cápita. Es como si todos los estadounidenses hubieran comprado un Cadillac Escalade Sport a crédito. Un ejemplo revelador. La deuda por contribuyente alcanza los 250.000 euros. Una suma astronómica.
Además, los 31.000 billones de dólares también representan 10 veces el PIB de Francia, o casi un tercio del PIB mundial. Simbólicamente, sería necesario llenar cerca de 11 piscinas olímpicas con lingotes de oro de 1 kg para llegar a la suma de 31 billones de dólares. Asimismo, sería necesario embolsarse 140.000 veces la mayor suma jamás ganada en los Euromillones (220 millones de euros) para alcanzar el colmo de la deuda americana.
Pero entonces, ¿cuáles son los principales sectores que están hundiendo la deuda? En el primer trimestre de 2023, el 18% de las inversiones se dedicaron a Defensa. También encontramos ciertos gastos clásicos como el Seguro de Salud (16,40%), la Seguridad Social (15,5%) o incluso la Sanidad (12%), que se habían inflado especialmente durante la crisis del Covid-19.
La deuda también conlleva costos subyacentes: por cada dólar gravado en Estados Unidos, se dedican 10 centavos a pagar el interés neto de la deuda pública. Estos alcanzan los 30.000 millones de dólares mensuales, lo que representa la mitad del presupuesto actual del ejército francés. Sin duda: la deuda del Tío Sam es de un calibre extraordinario.