La compañía American Airlines realizó el lunes un mega pedido de 260 aviones de pasillo único repartidos entre el Airbus europeo, el Boeing estadounidense y el Embraer brasileño, anunciaron el lunes los fabricantes de aviones. Con Airbus, la compañía firmó 85 A321neo por un precio de lista, nunca aplicado debido a los descuentos concedidos, de más de 11 mil millones de dólares. La compañía eleva así a 219 el número de A321, de los cuales 70 ya han sido entregados, encargados al gigante industrial europeo.

American Airlines también encargó 85 unidades de la versión más grande del 737, el MAX-10, que aún no está certificado, por un precio de lista de más de 11.500 millones de dólares. Además de los 85 MAX-10 pedidos, el contrato con Boeing también prevé la conversión de un pedido anterior de 30 MAX-8 más pequeños en MAX-10 y opciones de compra para 75 aviones adicionales. American Airlines ya opera 59 ejemplares del 737 MAX y tiene 71 más pedidos.

Finalmente ha realizado un pedido en firme a Embraer de 90 E175, un avión de pasillo único capaz de transportar 76 pasajeros, por un precio de lista de más de 7.000 millones de dólares, según Embraer. El pedido incluye derechos de compra para 43 dispositivos adicionales. El MAX-10 podrá transportar un máximo de 230 pasajeros a lo largo de 5.740 kilómetros, frente a los 244 pasajeros a lo largo de 7.400 kilómetros del A321.

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«Durante la última década, hemos invertido significativamente para modernizar y simplificar nuestra flota, que es a la vez la aerolínea estadounidense más grande y más joven», afirma el director general de American Airlines, Robert Isom, citado en los comunicados de prensa. «Estos pedidos seguirán alimentando nuestra flota con aviones más nuevos y eficientes», añade.

Los nuevos contratiempos de Boeing con el 737 MAX-9, su avión insignia, que culminaron con un incidente en vuelo a principios de enero en un avión de Alaska Airlines, no han disuadido a la compañía estadounidense de apostar por el avión. En enero, Robert Isom, sin embargo, explicó que consideraba «muy en serio» la fiabilidad y la seguridad, inmediatamente, nada más salir de fábrica.

Airbus y Boeing, cuyas carteras de pedidos están llenas desde hace varios años, están inmersos en un fuerte aumento del ritmo de entrega de los aviones encargados, aunque el regulador estadounidense, la FAA, ha suspendido por el momento cualquier aumento adicional del ritmo en Boeing. tiempo para resolver los problemas de producción. Las compañías aéreas, que están renovando su flota con aviones más eficientes en el consumo de combustible y, por tanto, emitiendo menos CO2, y para hacer frente al crecimiento del tráfico aéreo, planifican con años de antelación el número de aviones que necesitarán durante la próxima década.