El exjefe de Renault, Carlos Ghosn, no tendrá derecho a su «tope de jubilación» de 775.000 euros, según una decisión del Tribunal de Casación consultada el martes por la AFP. Tras su detención en Japón en noviembre de 2018, y su increíble huida al Líbano, Carlos Ghosn acudió a los tribunales para reclamar sus derechos a una “pensión cap”, esas pensiones “supercomplementarias” financiadas únicamente por la empresa, por un importe bruto de 774.774 euros al año.
El empresario consideró que se había visto obligado a “poner fin a sus mandatos” para permitir que Renault operara, tras su detención. Pero Renault vio su marcha como una dimisión, y no como una jubilación, lo que anuló sus derechos de jubilación. Carlos Ghosn perdió ante el tribunal comercial de Nanterre y luego en apelación en París en diciembre de 2021. En una decisión dictada el 20 de diciembre de 2023, el Tribunal de Casación confirmó las decisiones anteriores, informó el martes L’argus de l’assurance.
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Según el Tribunal, «el beneficiario de una pensión complementaria de prestaciones definidas con derechos aleatorios no tiene derecho a recibir esta pensión complementaria mientras no se hayan liquidado sus derechos de pensión de jubilación y no se haya demostrado que cumple los requisitos condición de completar su carrera dentro de la empresa.
Carlos Ghosn fue detenido a finales de 2018 en Japón donde iba a ser juzgado por presunta malversación de fondos cuando era jefe del grupo Renault-Nissan. Carlos Ghosn, de 69 años, proclama su inocencia y denuncia desde Beirut un “complot” urdido, según él, por Nissan con el apoyo del gobierno japonés, para derrocarlo y evitar así una unión más estrecha con Renault.
El empresario franco-libanés-brasileño es objeto de tres órdenes de detención: la primera en Japón por malversación de fondos; un segundo en Nanterre (cerca de París) por malversación de activos empresariales y blanqueo de dinero organizado por bandas, en relación con el distribuidor omaní Suhail Bahwan Automobiles (SBA). En julio de 2023 se emitió una tercera orden de arresto en París por corrupción y abuso de activos corporativos: los jueces de instrucción sospechan que habría pagado 900.000 euros a través de una filial de Renault a la abogada y política Rachida Dati, ahora ministra de Cultura, para ocultar la actividad de lobby en el Parlamento Europeo mientras era miembro del Parlamento allí.