Casi cuatro años después, el Brexit sigue dividiendo a la sociedad británica. El alcalde de Londres, Sadiq Khan, pidió el jueves (11 de enero) al Reino Unido que refuerce sus vínculos con la Unión Europea, acusando al Brexit de haber costado a la economía británica decenas de miles de millones de libras.
En un comunicado, el concejal laborista subraya la necesidad de establecer «una relación más estrecha con la UE», argumentando que un nuevo acuerdo «impulsaría nuestra economía y ayudaría a elevar el nivel de vida de los británicos». Esta posición contrasta con la reticencia de los principales partidos políticos, incluido el suyo, a discutir las repercusiones del referéndum de 2016, pocos meses antes de las elecciones legislativas en las que los laboristas llevan una gran ventaja.
“Tenemos que ser honestos, el Brexit no es una preocupación periférica que podamos dejar en el pasado. «Es un factor clave en la crisis del coste de la vida» provocada por la inflación», insiste Sadiq Khan, candidato a un tercer mandato en las elecciones municipales de mayo, en este comunicado que reproduce extractos de un discurso previsto para el jueves por la noche.
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Según un estudio encargado a Cambridge Econometrics por el Ayuntamiento de Londres, el Brexit ya ha costado a la economía británica 140.000 millones de libras (162.000 millones de euros), de los cuales 30.000 millones de libras (35.000 millones de euros) para la capital. Cambridge Econometrics también estima que el Brexit provocó la pérdida de dos millones de puestos de trabajo en el país, incluidos 300.000 en la capital. Según estos mismos datos, las pérdidas económicas para el Reino Unido ascenderán a 300 mil millones de libras (350 mil millones de euros) de aquí a 2035 si no se hace nada, incluidos 60 mil millones de libras para Londres.
Un portavoz del primer ministro conservador Rishi Sunak respondió que la actividad económica británica había “experimentado un crecimiento más rápido” que la de Italia y Alemania desde 2016. El gobierno elogia las oportunidades que ofrece la salida de la Unión Europea, promocionando los acuerdos de libre comercio firmados con países como Australia o su membresía en el Acuerdo Comercial Transpacífico.
Sin embargo, en abril, el organismo de previsión presupuestaria OBR (Oficina de Responsabilidad Presupuestaria) estimó que el acuerdo comercial celebrado con la UE reduciría la productividad a largo plazo en un 4% en comparación con la época en que el Reino Unido formaba parte de la UE. . Según una encuesta realizada en diciembre por el instituto Opinium para el periódico dominical Observer, sólo el 22% de los británicos cree que el Brexit ha tenido un efecto positivo en el país en general, proporción que se reduce al 12% en lo que respecta a la economía en particular.