El número de beneficiarios del mínimo social volvió a aumentar en 2022, un crecimiento particularmente marcado en lo que respecta a las prestaciones para adultos discapacitados (AAH) y para solicitantes de asilo (ADA), según el balance anual publicado el viernes por el servicio estadístico de los ministerios sociales. Tras un fuerte aumento en 2020 debido a la crisis del Covid y un descenso en 2021, el número de beneficiarios aumentó un 0,4% hasta alcanzar los 4,34 millones a finales de 2022, según este informe del departamento de Investigación, Estudios, Evaluación y Estadísticas ( vestidos).
En detalle, es el número de beneficiarios de AAH el que está experimentando “su mayor crecimiento anual en diez años” (3,4%), alcanzando 1,29 millones a finales de 2022. Las razones de este fuerte crecimiento, en particular los beneficiarios de AAH1 – personas con una tasa de discapacidad superior o igual al 80% – «todavía hay que aclararlo», subrayamos en Drees. La tendencia alcista también debería continuar, debido a la “desconyugalización” de la AAH, una medida reclamada desde hace mucho tiempo por las asociaciones y que entrará en vigor el domingo.
El número de beneficiarios de la prestación para solicitantes de asilo (ADA) también está creciendo con fuerza (45,3%), hasta alcanzar un nivel ligeramente superior al de 2019 (115.000). Este aumento se debe al aumento del número de solicitantes de asilo y de ucranianos desplazados, precisa Drees. En cuanto al mínimo de vejez, las cifras, que se mantuvieron bastante estables desde 2013 antes de aumentar entre 2018 y 2023 bajo el efecto de los planes de revalorización, siguen aumentando (4,2% en 2022). Por el contrario, las cifras de renta activa solidaria (RSA) han disminuido significativamente, un 6,2% en 2021 (una forma de “retorno del péndulo” después de la crisis económica de 2020), luego un 2,3% en 2022, gracias a una situación más favorable. situacion laboral.
En total, incluidos cónyuges e hijos a cargo, 6,9 millones de personas estaban cubiertas por los mínimos sociales a finales de 2021, es decir, una de cada diez personas en Francia continental y tres de cada diez en los departamentos y regiones de ultramar (DROM), excluida Mayotte. En 2021, se pagaron 29.900 millones de euros por estos mínimos sociales, o el 1,2% del PIB, cifra inferior a la de 2020 (-3,1%).