El resultado neto de las cuentas del Estado francés se deterioró en 2022 después de una mejora en 2021, dijo el jueves el Tribunal de Cuentas en un informe. El déficit registrado es de 160.000 millones de euros, cercano a los 166.000 millones registrados en 2020. En 2021, el resultado contable del Estado se había recuperado, limitando el déficit a 141.000 millones de euros.

“Las cuentas del Estado, por lo tanto, no marcan el regreso al nivel de déficit observado antes de la crisis sanitaria”, señalan los Ancianos de la rue Cambon que recuerdan que este déficit había evolucionado entre 94 y 51 mil millones de euros de 2012 a 2019. Los gastos netos del Estado aumentó el año pasado en 46.000 millones de euros, lo que se explica en 19.000 millones por un aumento de los gastos de funcionamiento ligado a la revalorización del índice de funcionarios.

La situación financiera neta del Estado, es decir, la diferencia entre lo que posee y lo que debe, se situó a 31 de diciembre de 2022 en 1758.000 millones de euros, “un deterioro de 97.000 millones de euros respecto al ejercicio anterior”, especifica el Tribunal de Cuentas. “Este deterioro es menor que el déficit del año, porque este último fue compensado en parte por la revalorización contable de ciertos activos del Estado”, explica la institución.

El aumento de los ingresos “en relación con el dinamismo de la economía, no ha sido suficiente para absorber el aumento de las distintas categorías de gastos”, apuntan además los Reyes Magos que añaden que los gastos de explotación han aumentado un 9% respecto a 2021, y gastos financieros en un 98%. La deuda financiera neta del Estado aumentó en 151.000 millones, incluidos 37.000 millones por deterioro de la caja. A finales de junio, el Tribunal de Cuentas había advertido de los objetivos de Francia considerados poco ambiciosos en términos de reducción del gasto público, en comparación con los de sus vecinos europeos.