La directora de Energía golpea la mesa con el puño para poner fin a los “abusos inaceptables, pero muy menores” de los proveedores de electricidad alternativos. En una entrevista concedida a nuestros colegas de la Tribune Dimanche, el presidente de la Comisión Reguladora de la Energía hace campaña para reforzar el control de este mercado para proteger a los consumidores y evitar abusos, como aquellos de los que se sospecha Ohm Énergie y Mint. “No es normal que estas empresas no tengan obligaciones prudenciales. Necesitamos avanzar en esto. Hoy es la jungla”, señala el ex Ministro de Vivienda.

Para poner orden en esta jungla, Emmanuelle Wargon pretende «reforzar el derecho de autorización de suministro» porque «hoy, si se desea penetrar en este mercado, le incumben pocas obligaciones económicas o financieras». “Un verdadero problema” que permite el libre nacimiento de pequeños proveedores de electricidad para competir con EDF. Por cuenta y riesgo del consumidor. Por eso el ex ministro quiere imponerles normas similares a las que se aplican a los bancos y las compañías de seguros. “Si quieren recibir clientes, tendrán que demostrar con antelación que realmente se han cubierto para abastecerlos”, explica. Una medida de protección que irá acompañada de una clarificación del derecho del consumidor en materia de contratos de energía.

“Proponemos crear tres categorías de ofertas fijas, y nada más: ofertas de precio fijo, ofertas indexadas al precio de venta regulado que se basaría en una cifra calculada por nosotros, y ofertas gratuitas. Para cambiar de categoría se necesitaría un nuevo contrato”, explica el titular de la CRE. “Además, el método de fijación del precio no podía cambiar durante el primer año. Hay que reconocer el precio, sin ninguna ambigüedad al momento de suscribir”, añade. Un ajuste de tuercas que debería permitir poner fin a las “ofertas dudosas cuyos precios se conocen ex post”.

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Las medidas puestas sobre la mesa podrían “aparecer en el proyecto de ley sobre soberanía energética, que también debería reforzar nuestros poderes de sanción en caso de incumplimiento”, precisa Emmanuelle Wargon, sin dar un plazo preciso. El texto debería aplicarse “dentro de un año o un poco más”.