Apenas presentado, ya bajo el fuego de la crítica. Al igual que su ley «antiocupaciones», el proyecto de ley de vivienda de Guillaume Kasbarian ya está provocando protestas de la izquierda y de asociaciones que le acusan de «expulsar a los pobres». En cuestión, la reforma de la ley SRU (Solidaridad y Renovación Urbana) que prevé incluir el 25% de las viviendas intermedias (destinadas a las clases medias) en la cuota (25%) de viviendas sociales impuesta por ley a las ciudades de más de 3.500 habitantes. habitantes. Se habla mucho de otro aspecto: el desalojar a los inquilinos que son “demasiado ricos”.
A partir del primer euro extra, el Ministro de Vivienda, cuyo proyecto de ley será examinado en junio por el Senado y en septiembre por la Asamblea Nacional, quiere cobrar un alquiler adicional a los inquilinos de HLM que superen los ingresos máximos (que dependen de su ciudad y de su situación familiar). Si los ingresos de los inquilinos superan en un 20% este umbral durante dos años consecutivos, el arrendador social puede rescindir el contrato de los inquilinos afectados, que tendrán 18 meses para recuperarse. Guillaume Kasbarian quiere que los propietarios tengan acceso a los bienes de los inquilinos, gracias en particular a la nueva declaración de bienes inmuebles que dio mucho que hablar el verano pasado. Así, si un inquilino posee una “propiedad equivalente” –que se definirá mediante decreto– podrá ser desalojado e invitado a vivir en este alojamiento.
Pero eso no es todo. El Ministro de Vivienda desea, mediante enmienda, evaluar otros criterios para desalojar a los inquilinos de la HLM: “incivilidad, faltas y delitos”. «No es normal que las personas que viven en viviendas sociales, donde la sociedad pone dinero, se sientan molestas por algunos que no respetan las leyes y cometen delincuencia», denunció Guillaume Kasbarian este domingo en France Inter, que considera «legítimo» que » también evaluamos si (los inquilinos de HLM) son respetuosos de las reglas de la República y de la copropiedad”. El ministro se basa en la ley que rige las copropiedades: establece que cada ocupante de una copropiedad ciertamente “usa y disfruta libremente de las zonas privadas y de las zonas comunes”, pero “bajo la condición de no (no) infringir los derechos de los demás copropietarios” (artículo 9 de la ley de 10 de julio de 1965).
Deplorando que los propietarios sociales actúen “con cierto retraso y a veces con algunas dificultades”, el ministro desea “ir más allá” sobre el tema. “El orden y la autoridad se aplican a todos”, advierte el ministro. Actualmente, varias ciudades ya han tomado medidas para desalojar a las familias de delincuentes de viviendas públicas. Este es el caso en Niza desde 2021. La fiscalía, la policía nacional y municipal y el principal propietario de viviendas sociales de la ciudad han firmado un acuerdo para “reforzar la seguridad y la tranquilidad de los residentes del parque de viviendas sociales”. Así, en Niza, una madre fue expulsada de su HLM después de que su hijo fuera condenado por tráfico de drogas cerca de su edificio.